
Desde que Banco Santander anunció la compra del Banco Popular por un euro y que para tragarse el sapo de los 36.000 millones de activos tóxicos con los que contaba la entidad ampliaría capital en 7.000 millones de euros, el mercado ha reaccionado de manera positiva con el banco. Con el apoyo de Mario Draghi de fondo para el sector, los títulos de Santander han experimentado un ascenso del 3% desde el 7 de junio, en línea con la subida experimentada por el sectorial del Viejo Continente y batiendo a su principal comparable en España, BBVA, que sube un 1,8% en el mismo periodo. De este modo, el mercado ha premiado con 2.508 millones de euros de valor bursátil la operación diseñada por el gigante español.
Con este movimiento, la entidad presidida por Ana Botín se afianza como el mayor banco por capitalización de toda la eurozona, con un valor en bolsa que alcanza los 86.342 millones de euros. Así, ha aumentado la distancia que le separaba de su más inmediato perseguidor -BNP Paribas- en casi 1.300 millones de euros, hasta rozar los 6.000 millones de euros de brecha por valor en bolsa entre ambas entidades.
Leve castigo
Si el martes los títulos del banco sufrieron un tímido castigo, del 0,78%, la penalización infringida ayer en el parqué fue aún menor: del 0,57%.
Con la caída acumulada del 1,35% desde el anuncio de los términos de la ampliación, las acciones del banco cerraron el miércoles en los 5,921 euros.
Con la ecuación de canje establecida por la entidad, mañana las acciones se desdoblarán en los nuevos títulos -que comenzarán a cotizar con un valor de 5,8237 euros por acción- y en los derechos -que se negociarán en 0,0974 euros-.
Los accionistas del Banco Santander recibirán un derecho por cada título de la entidad y por cada diez derechos podrán suscribir una acción nueva a 4,85 euros.
En el día del anuncio, el descuento que ofrecía la operación se situaba en el 19,2%. Con el cierre de ayer, el descuento sería del 18,1% y al precio al que abrirán hoy, del 16,7%. El mercado ha reaccionado mucho mejor de lo previsto en una operación de este estilo y los analistas han respaldado la ampliación. Consideran que el descuento ofrecido ha sido superior al que se había especulado inicialmente -del entorno del 10%- y que se trata de una opción atractiva para los inversores que ya están en el valor.

Ahora, los accionistas tienen tres opciones. La primera es no acudir a la ampliación de capital y vender sus derechos, con lo que sufrirán una dilución del 9,09%. La segunda sería acudir a la operación -lo recomendado por los expertos- adquiriendo una acción nueva por cada diez antiguas. Para aquellos que no quieran invertir más capital o que no dispongan del mismo, existe la posibilidad de realizar lo que se conoce como la operación blanca, con la que se venden derechos para utilizar ese dinero para acudir a la ampliación sin tener que aumentar la inversión. Con esta opción, la dilución que implicaría la ampliación de capital pasaría de alcanzar el 9,09% al 7,6%.
Los plazos y la recomendación
Los titulares de acciones tendrán hasta el 20 de julio -día en el que finaliza el periodo de suscripción- para decidir si acudir a la ampliación, si bien los grandes broker venderán los derechos antes de ese día si el cliente no ha dado ninguna indicación.
En esta situación, los analistas han bendecido la operación y recomiendan en su mayoría acudir a la misma. "En comparación con otras ampliaciones anteriores, el descuento es de lejos el mejor. Hay optimismo en torno a la operación y eso es importante en el primer día. La acción sufrirá la volatilidad típica de los posicionamientos de bancos de inversión y fondos, pero lo acabará haciendo bien", explican fuentes financieras.
El precio de los derechos ampliará el movimiento del de las acciones y en este tipo de operaciones es habitual que se genere un gap en algunas sesiones entre el precio de entrar vía ampliación o vía acciones. De este modo, quien no sea accionista del banco y esté buscando una ventana de oportunidad podrá buscar cuál es la forma más atractiva de comprar sus acciones.
A pesar de que los analistas aconsejan acudir a la operación, los títulos de la entidad cuentan con una recomendación de mantener para el consenso de mercado, por lo que la situación actual tampoco ha creado una gran ventana de oportunidad para entrar en el valor -aunque ninguna entidad española logra una recomendación de compra desde hace años-. Desde que se anunciaron los términos de la operación, ocho analistas han revisado su recomendación, si bien ninguna ha variado ni su precio objetivo ni su consejo sobre la entidad.
De media, fijan su valoración en los 6,04 euros por acción. Con el precio al que comenzarán a cotizar los títulos del banco mañana, supone un potencial cercano al 4%. Sin embargo, de cumplirse las expectativas de los analistas para los próximos 12 meses, el recorrido al alza se situaría en el 24,5% para aquellos que adquiriesen las nuevas acciones a 4,85 euros por acción. En lo que va de año, el Santander se anota una revalorización del 21%.