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La deuda de las familias de EEUU supera ya los máximos de 2008 y alcanza los 12,7 billones

La deuda total de las familias estadounidenses alcanzó en el primer trimestre de este año un total de 12,73 billones de dólares sobrepasando así los 12,68 billones de dólares, el máximo alcanzado durante 2008, en plena vorágine de la crisis financiera. Según los últimos datos dados a conocer por la Reserva Federal de Nueva York, en los primeros tres meses de 2017, los estadounidenses sumaron otros 149.000 millones de dólares con respecto el último trimestre de 2016. En el último año, la deuda ha subido en alrededor de 479.000 millones de dólares.

Entre el tercer trimestre de 2008 y el segundo trimestre de 2013, con la resaca dejada por la crisis subprime y la posterior Gran Recesión, los estadounidenses optaron por desapalancar sus deudas. De hecho su endeudamiento llegó a reducirse hasta un 12%, un recorte que los propios expertos de la Fed consideraron, según el WSJ, una "aberración" tras una tendencia al alza de 63 años, lo que reflejó la profundidad de la contracción económica derivada de la crisis financiera.

De todas formas, en estos momentos, la deuda en manos de las familias estadounidenses se mantienen por debajo de los niveles del pasado cuando se comparan con el conjunto de la economía estadounidense, al situarse en el 66,9% del PIB, casi 20 puntos porcentuales menos que en el tercer trimestre de 2008.

En estos momentos, la composición de la deuda de los estadounidenses se basa menos en los créditos hipotecarios y mucho más en el apalancamiento causado por los préstamos para comprar un vehículo o acudir a la universidad. En estos momentos el 67,8% de la deuda de las familias deriva de una hipoteca (frente al 73,3% de 2008) mientras que la deuda estudiantil asciende hasta el 10,6% del total (más del doble que hace más de ocho años) o la relacionada con la compra de coches alcanza el 9,2% (desde el 6,4% en 2008).

"Casi nueve años más tarde, la deuda de los hogares finalmente ha superado el máximo registrado en 2008, pero esta deuda y sus prestatarios cuentan con perfiles diferentes. Este nivel récord de no es causa de celebración ni de alarma pero sí proporciona un momento idóneo para considerar el desempeño de la deuda", explicó Donghoon Lee, jefe de análisis de la Fed de Nueva York.

Para este funcionario de la Fed pese a que la mayoría de los niveles de morosidad han mejorado notablemente desde la Gran Recesión y siguen siendo bajos en general, hay tendencias divergentes entre los tipos de deuda. "Los flujos de préstamos para automóviles y de morosidad de tarjetas de crédito están creciendo mientras los de préstamos estudiantiles siguen siendo obstinadamente altos", advierte.

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