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Robeco: "La deuda subordinada del sector financiero es una oportunidad"

Eric Keller, Especialista de renta fija de Robeco. eE.

Mientras la gran mayoría de profesionales ve más nubes que claros en el mercado de deuda, Eric Keller, especialista de renta fija de Robeco, todavía encuentra interesantes puntos de entrada; sobre todo, en el crédito.

¿Qué rentabilidad cree que alcanzará el bono español a 10 años antes de que vuelvan otra vez las compras?

El bono español se ha movido entre el 1 y el 2% de rentabilidad durante el último año, a diferencia del italiano y el francés, donde las rentabilidades han subido mucho por el riesgo político y, en el caso de Italia, unos fundamentales pobres. El Banco Central Europeo -BCE- ha sido un comprador importante durante los últimos años, y cuando termine su programa de adquisición de deuda, esperamos que las rentabilidades vuelvan a moverse en función de los fundamentales de cada país. Los datos de España son más fuertes en comparación con los de Italia, y muchos bancos han sido capaces de lidiar con éxito con sus préstamos de dudoso cobro, a diferencia de la banca italiana. Es difícil predecir un nivel concreto, pero sí esperamos que inversores institucionales aumenten sus posiciones en deuda española.

¿Ve alguna oportunidad atractiva en los mercados globales de deuda en este momento?

En crédito, ahora preferimos estar invertidos en deuda subordinada de bancos y aseguradoras. Las valoraciones de la deuda subordinada del sector financiero son atractivas, frente a otras categorías de crédito. Además, un contexto de aumento en las rentabilidades y curvas más pronunciadas es positivo para el sector financiero. Ahora, somos cautos con las emisiones en Italia y Alemania, y constructivos en las instituciones financieras de Francia, Suiza y Holanda.

¿La deuda de mercados emergentes es ahora una buena alternativa a los desarrollados? ¿Qué sectores o países ofrecen buena rentabilidad/riesgo?

Tras las elecciones en EEUU, la deuda soberana emergente se comportó mal, pero en el primer trimestre ha vivido una fuerte recuperación. Los flujos han regresado y, ahora, las valoraciones son atractivas, especialmente frente a otras categorías de deuda. Los emergentes en su conjunto son un mercado de cosas diferentes, con riesgos políticos crecientes en países como Turquía o Sudáfrica. Preferimos estar invertidos en Indonesia, Argentina, Rusia, México y República Checa, donde las valoraciones son atractivas y los fundamentales están mejorando mucho. En corporativo somos más cautos, ya que las valoraciones han pasado a ser poco atractivas.

Los seguros de impago de Rusia son ahora más baratos que los de Italia o Portugal. ¿Cree que hay más riesgo en estos dos países que en el primero?

No tenemos una visión concreta de las probabilidades de impago de Rusia, frente a Italia o Portugal. Sin embargo, nosotros tenemos exposición a Rusia ya que creemos que sus valoraciones son atractivas y no esperamos un impago en la deuda que mantiene. Rusia tiene unas reservas de divisas más grandes que su deuda externa. También tiene unas reservas de petróleo masivas, que se valoran en dólares. Además, se beneficia de acceso a financiación exterior para el desarrollo de sus sectores de petróleo y gas, con lo que no le interesa nada impagar a acreedores externos. En cuanto a Italia y Portugal, en nuestra cartera europea y global de bonos estamos infraponderados en ambos países, según nuestro análisis de riesgos, tanto económicos como políticos, y los problemas en el sector bancario.

El plan de ruta del BCE no está nada claro. ¿Cree que podría sorprender desmantelando rápidamente su programa de compras de deuda?

La discusión entre los miembros del BCE está abierta. Para Draghi, revisar la política monetaria es prematuro. Otros, como Weidmann, sí creen que se deba discutir, y cambiar algunas cosas del discurso. Subir tipos antes de acabar con el QE tendría el beneficio de limitar los inconvenientes que supone tener que lidiar con tipos negativos, como, por ejemplo, presión en la rentabilidad de los bancos. Sin embargo, la escasez de deuda alemana para comprar es un punto a favor de terminar antes con el QE. Nosotros nos inclinamos más por este último escenario.

¿Cuando cree que la inflación alcanzará el objetivo del 2% del BCE? ¿Se conseguirá antes de que concluya el mandato de Draghi en 2019?

A pesar de las mejores perspectivas de crecimiento para Europa, las presiones inflacionistas aún están ausentes. La inflación subyacente se ha movido entre el 0,6 y el 1,1% desde mediados de 2013, y parece que se ha anclado ahí. Incluso en Alemania, con el menor desempleo desde la reunificación, los salarios están creciendo modestamente, con lo que la presión inflacionista por mayores costes laborales es limitada. Por nuestra parte, creemos que la inflación general debería retroceder.

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