
Tras la decisión de los ciudadanos de Reino Unido de abandonar la Unión Europea, a finales de junio del año pasado, la cantidad de deuda soberana mundial cuya rentabilidad se situaba en terreno negativo rozó los 12 billones de dólares, según los datos de Fitch. Desde entonces, la percepción del mercado sobre la salud de la economía global ha mejorado notablemente y la expectativa de un aumento de la inflación y de la retirada de los estímulos monetarios en Europa han provocado un aumento de las rentabilidades en la región.
En el caso concreto del Viejo Continente, el montante de deuda que se sitúa en rentabilidades negativas ha pasado desde los 3,5 billones de dólares a los 2,5 billones, según los datos de Bloomberg. Durante los últimos seis meses el rendimiento exigido a la deuda a 10 años de los principales países de la eurozona se ha elevado en 52 puntos básicos de media, lo que ha hecho que muchos bonos cuyo rendimiento estaba en negativo haya pasado a ofrecer rentabilidad positiva, si bien esta sigue en niveles históricamente bajos.
En Francia la deuda hasta 9 años llegó a tener rendimientos negativos y ahora solo sucede hasta 4 años. En España el bono a 4 años también estuvo en rendimientos por debajo del 0%, y ahora hasta el bono a 3 está al borde de ponerse en positivo. Aunque las últimas declaraciones del BCE han ido en la dirección de calmar los ánimos de un mercado que había llegado a anticipar una subida de tipos a finales de este año, los analistas coinciden al considerar que los niveles más bajos de rendimiento ya han pasado y en que al menos los tipos no van a bajar más.
En solo unas semanas el mercado ha retrasado la expectativa de un alza de tipos diez meses, hasta octubre de 2018. Serán los próximos pasos que dé la máxima autoridad monetaria los que, en gran medida, marcarán los niveles en los que se situará los bonos durante los próximos meses.
El camino del BCE
Desde este mes el BCE ha reducido sus compras desde 80.000 millones mensuales hasta 60.000 millones de euros. Con el fuerte repunte en las expectativas de inflación, la rentabilidad real de la mayoría de la deuda sigue en nivel negativo, lo que hace que algunos analistas piensen que más a largo plazo los rendimientos deberían continuar su ascenso.
"Nuestra visión estratégica con respecto a la deuda de la eurozona en los últimos meses estaba basada en que el nivel de los tipos era demasiado bajo teniendo en cuenta las perspectivas macro para la región y nuestra visión de un BCE más agresivo en el futuro", indican en UBS, donde consideran que ?la prima exigida por el Bund sigue siendo muy elevada en comparación con las rentabilidades reales, que están en un terreno profundamente negativo, lo que es inconsistente con nuestra idea de que el tapering es inevitable".
Por su parte, Jesús Sánchez-Quiñones, director general de Renta 4, considera que "lo más relevante es ser consciente de que la situación actual no puede ser eterna, que en algún momento va a tocar a su fin y que la política también tiene relevancia en estas decisiones".
Los expertos no esperan que el BCE comunique novedades sobre los pasos a seguir con su programa de estímulos hasta el mes de septiembre, cuando la incertidumbre política pueda haber remitido y las elecciones en Alemania se encuentren en el horizonte, lo que podría cambiar el tono del BCE si la inflación en la primera economía de la eurozona se encuentra por encima del 2%.
"Esperamos que el BCE reduzca las compras en 10.000 millones de euros al mes a partir de enero hasta mediados del año y esperamos una subida en la tasa de depósito de 15 puntos básicos como muy tarde en septiembre de 2018", reflexionan en Morgan Stanley.
El efecto de Le Pen sobre la deuda francesa
Con la llegada del izquierdista Jean-Luc Mélenchon a la carrera hacia el Eliseo, el diferencial entre la deuda francesa y la alemana se ha elevado hasta máximos de finales de febrero, pero la principal preocupación del mercado sería una victoria de la ultraderechista Marine Le Pen. Según Nomura, si ganase la primera y la segunda vuelta el rendimiento del bono podría subir en 50 puntos básicos.