
A la espera del arranque de la temporada de presentación de resultados empresariales, los inversores en cotizadas estadounidenses están de enhorabuena. Según los últimos datos revelados por S&P Dow Jones Indices, el incremento neto de los dividendos entregados por las distintas compañías americanas fue de un 177% en el primer trimestre del año, al crecer 10.900 millones de dólares. En el mismo periodo de 2016, las retribuciones de capital avanzaron 3.900 millones de dólares.
Sin embargo, es cierto, que el considerable aumento con respecto al primer trimestre del año pasado está condicionado por las circunstancias actuales. Recordemos que en los primeros compases de 2016, especialmente durante el mes de febrero, los mercados de todo el mundo se tambalearon ante la devaluación de la divisa china y la continuada debacle en los precios del crudo. Factores que se disiparon en la segunda mitad del año. El comienzo de 2017 ha estado marcado no sólo por el optimismo generado por las políticas económicas del presidente de EEUU, Donald Trump, sino también por la continuada recuperación de la economía global.
En lo que llevamos de año, el S&P 500 acumula una rentabilidad del 6% mientras que el Dow Jones ha sumado alrededor de 1.079 puntos. Las perspectivas de una reforma fiscal que incentive la repatriación de beneficios así como la posibilidad de que se realice una importante inversión en infraestructura pública ha animado el optimismo de los consumidores, inversores y de las empresas. De ahí que muchas compañías sigan elevando dividendos o iniciando la entrega de ellos ante las expectativas de un mayor crecimiento y unas condiciones favorables para sus negocios.
En los últimos 12 de meses hasta finales de marzo, el incremento neto de dividendos alcanzó los 33.000 millones de dólares, lo que supone un avance del 9,9% con respecto al mismo periodo finalizado el pasado marzo de 2016. Sólo en el primer trimestre de este año un total de 881 subidas en los dividendos fueron anunciadas mientras que se registraron 166 recortes en las retribuciones a los accionistas.
"Los recortes de dividendos a gran escala del sector energético han sido limitados, lo que ha agregado estabilidad al sector", explica Howard Silverblatt, analista de S&P Dow Jones. "Con una base más estable, el reto que enfrentan los dividendos es ahora el ritmo más lento en su crecimiento, ya que en general los pagos acabarán por desacelerarse", añade.
De hecho, Silverblatt señala que en el S&P 500, el aumento medio de los dividendos en el primer trimestre de 2017 fue de un 10,2% frente al 10,8% del primer trimestre de 2016. Mientras que los dividendos de la energía se han estabilizado, "la subida de los tipos de interés podría aumentar la presión sobre las empresas para aumentar los dividendos", advirtió.
A falta de un evento negativo significativo, 2017 debería cerrar en su conjunto registrando un aumento de los dividendos, ya que se espera un crecimiento más fuerte en los beneficios y en las cajas de las compañías estadounidenses. Tampoco hay que olvidar el potencial de una posible repatriación, bien por separado o dentro una reforma fiscal de gran calado. Al ritmo actual, los dividendos están en camino de registrar un aumento similar este año al experimentado en 2016, cuando crecieron un 5,4%. La última repatriación de beneficios instigada por las ventajas fiscales temporales implantadas en 2004, registró aumentos sustanciales tanto en las recompras como en los dividendos.