El 11 de abril es el día en el que Siemens repartirá entre los accionistas de Gamesa el dividendo de 3,59 euros comprometido cuando en junio del año pasado cuando el acuerdo de integración de la española con el negocio eólico de la alemana tomó forma de fusión y no de opa. La de hoy, 6 de abril, será la última sesión en la que las acciones coticen con derecho a cobrar esta retribución extraordinaria.
En la jornada siguiente, la del viernes, Gamesa descontará el pago, pero, de forma general, la recomendación de los analistas que siguen su evolución en bolsa es mantener sus títulos, tras cobrarlo, por las fortalezas que reúne la compañía naciente.
En un principio, se anunció una retribución de 3,75 euros, a los que hay que deducirles el dividendo ordinario de 0,1524 euros que ya fue abonado por el fabricante de aerogeneradores el pasado 4 de julio. A los precios a los que cotiza actualmente, los 3,59 euros brutos en los que se queda este dividendo extraordinario suponen una rentabilidad del 16%.
La integración de Gamesa y Siemens Wind Power y este dividendo no han pasado desapercibidos en el parqué. Las acciones de la española se revalorizan cerca de un 20% desde que se anunció la fusión el 17 de junio, dando continuidad a una vertical tendencia alcista que se inició en julio de 2012.
Atención a las órdenes de compra
"Evidentemente, descontará el pago", asegura Miguel Ángel Paz, director de gestión en Unicorp Patrimonio, quien cree que "tras el desplome inicial, el valor recuperará terreno por la demanda de inversores que entiendan que más abajo Gamesa es más atractiva", aunque ya cotice sin derecho al dividendo. Quienes tengan situadas órdenes de compra, tienen que tener en cuenta que si la compañía abre con un gran hueco a la baja, la orden se ejecutará en el principio mínimo.
El analista añade que el precio objetivo, que los analistas que siguen su cotización sitúan, de media, en 23,64 euros, también se reducirá aunque "no será en la misma proporción a la caída".
De esta manera, su recomendación es "cobrar el dividendo y mantenerse en Gamesa", ya que, en su opinión, "este reparto no significa una descapitalización de la compañía y lo importante para los accionistas es saber que forman parte del mayor fabricante mundial de aerogeneradores, y es esto lo que le da el margen de revalorización".
Lo cierto es que la operación ha disparado las expectativas que las firmas de inversión lanzan sobre Gamesa. Se espera que la compañía multiplique por 2 su beneficio neto en 2018, respecto a 2015, hasta 356 millones de euros, "la cifra más alta de su historia". "La fusión tiene sentido estratégico ya que la combinación del negocio eólico de Siemens y Gamesa dará lugar a la creación de un actor que se beneficiará de una presencia global y de una cartera de productos más competitiva", coincide Eva del Barrio, analista de Bankinter.
Sin embargo, la experta observa que los accionistas de Gamesa tienen la opción de vender las acciones antes de cobrar el dividendo "si quieren compensar minusvalías de otras inversiones con la plusvalía conseguida en la española, ya que hay que ser consciente de que si se ingresa siempre habrá una retención fiscal".
Virginia Pérez, analista de Tressis, también incide en que es imprescindible estudiar cada "situación fiscal", pero, en su opinión, cobrar el dividendo y mantenerse, incluso con la retención del 19%, es una buena opción si se valora la compañía en torno a los 23 euros.
Por otra parte, "si se quieren declarar plusvalías y se venden las acciones antes del pago podríamos decir que se percibirá el dividendo íntegro, sin sufrir el descuento de los 3,59 euros en la cotización y sin impuestos", concluye la analista.