
Aramco, la petrolera propiedad del gobierno saudí, pagará el 50% de impuestos desde el pasado día 1 de enero, frente al 85% que pagaba antes.
Arabia Saudí sigue trabajando duro para poner bonita a la joya de su corona, la petrolera estatal Saudi Arabian Oil Company (Aramco), de cara a la venta de un 5% de la compañía a inversores privados. En esta ocasión, el país árabe ha decidido rebajar los impuestos que paga la empresa en el país, desde el 85% que se le gravaba hasta ahora, hasta el 50% que tendrá que pagar en adelante, y con efecto retroactivo desde el pasado día 1 de enero.
Según fuentes de Bloomberg, Amin Nasser, CEO de la compañía, ha anunciado la decisión a través de un correo electrónico, destacando que "el nuevo tipo impositivo hará que Aramco esté en línea con los referentes internacionales".
Es lógico que este movimiento presente a la compañía más atractiva para los inversores que puedan estar interesados en acudir a la salida a bolsa. Según las valoraciones que ha hecho el reino saudí sobre el 5% de la empresa que pretende lanzar a bolsa, la compañía estaría valorada en torno a 2 billones de dólares, siendo la empresa con más capitalización del mundo. Así, si el 5% se valora en 100.000 millones de dólares, supondría la salida a bolsa más grande de la historia. Eso sí, hay muchos analistas que dudan de esta valoración, ya que no hay mucha transparencia sobre las reservas de petróleo con las que cuenta Arabia Saudí, además de que existen dudas sobre el futuro que le espera al petróleo.
Como explican desde Bloomberg, la rebaja de impuestos a Aramco le permitirá liberar miles de millones de dólares, que podrían traducirse en un incremento en el dividendo y mejorar las valoraciones de la empresa en bolsa.
El plan de vender una parte de la compañía tiene que ver con la intención que tiene el Gobierno saudí de reconfigurar la economía del país, reduciendo la excesiva dependencia que tiene Arabia Saudí del recurso energético.