
Este miércoles, se cumplen 50 sesiones en 2017 en Wall Street y el S&P 500 solo se ha movido más de un 1% arriba o abajo en una jornada, la del 1 de marzo. Éste es el inicio de año más tranquilo para el índice en, al menos, las últimas 5 décadas a pesar de que cotiza a poco más de un 1% de máximo históricos, tras el rally alcista que propició la victoria, por sorpresa, de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos que se celebraron el 8 de noviembre de 2016. Desde entonces, el S&P 500 sube un 10%.
En lo que va de ejercicio, la calma ha reinado en Wall Street en contraste con los arranques de año de la última década, en los que el selectivo de referencia ha vivido 15 sesiones de media de más o menos 1%, destacando los 26 bandazos de 2016 -en un inicio de ejercicio marcado por las dudas sobre el crecimiento de China y los mínimos del petróleo-, los 31 que sufrió en 2009 y los otros 26 de 2008 -en los peores momentos de la crisis-. Incluso en 2007, antes de la caída de Lehman Brothers, fueron 5 las jornadas de las 50 primeras del año en las que el índice se movió más de un 1% arriba o abajo.
En esta balsa llega el S&P 500 a su cita con Janet Yellen, presidente de la Reserva Federal (Fed), de la que el mercado espera que este miércoles, tras la reunión mensual de la institución, anuncie una nueva subida de los tipos de interés. "Tiene argumentos convincentes para hacerlo", destaca David Kohl, estratega de Julius Baer. De hecho, esta decisión podría estar ya totalmente descontada y lo que realmente podría alterar la calma en la que vive el S&P 500 son las pistas que el mercado obtenga sobre "cuántas veces la Fed aumentará los tipos de interés este año", señala James Butterfill, director del equipo de analistas de ETF Securities, y sobre si la institución se prepara para reducir su balance.
Por otra parte, la elevada igualdad en 2017 entre los que compran confiando en un próximo contexto de subidas y los que venden esperando caídas, que provoca que los cambios porcentuales diarios sean reducidos en contra de la tendencia histórica, refleja la sobrecompra existente tras la subida de las últimas semanas de 2016 y, también, la prudencia del mercado ante la puesta en marcha de las promesas de Donald Trump -bajadas de impuestos y mayor gasto público-, que, precisamente, han alimentado este rally.
"Esta tranquilidad no durará eternamente", incide Víctor Alvargonzález, estratega de inversiones, quien admite que, en las últimas semanas, "no ha pasado nada digno de mención para el mercado, ya que todos los sobresaltos han sido políticos, básicamente tuits y declaraciones de Donald Trump, pero prácticamente no hay noticias económicas negativas, sino todo lo que contrario, los datos indican una mejora de la economía". Sin embargo, en su opinión, "siempre hay sustos y la relación entre Estados Unidos y China puede ser uno de ellos".