El índice español rompió la barrera de los 10.000 puntos y amplía su terreno ganado en el año hasta el 7%, tras aprovechar el rebote de una banca animada por el discurso de Mario Draghi en elque los analistas interpretaron que adelanta todavía más la expectativa de subida de tipos
Tras varias semanas llamando a las puertas de los 10.000, el Ibex 35 ha encontrado en el BCE la pólvora necesaria para auparse, por vez primera desde diciembre de 2015, por encima de la barrera psicológica de los cinco dígitos. El Ibex 35 se desmarcó de la atonía en la que se encuentran sus homólogos europeos, que cerraron la semana con caídas inferiores al 0,5%, que los mantienen alejados de resistencias, y rebotó un 2,1% en la semana, lo que le permitió perforar, por quincuagésimo octava vez, los 10.000 y cerrar en los 10.006,4 puntos. El índice pone tierra de por medio respecto a sus homólogos en el Viejo Continente y se erige como el más alcista tanto en 2017 -repunta un 7%, frente al 4,2% del Dax, su más cercano perseguidor-, como desde el Viernes Negro posterior al Brexit, cuando se desplomó un 12,5%, la mayor caída de toda su historia. Desde entonces se aúpa un 28,5% en un rally vertical que podría tomarse un respiro. Como destaca Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, "no sorprendería que en el entorno de los 10.000-10.250 puntos el Ibex pudiera encontrar dificultades para seguir avanzando". La clave, prosigue el experto, es que "el sectorial bancario europeo supere sus resistencias clave en los 408-414 puntos", que puso a prueba durante la sesión del viernes.
En este sentido, las esperanzas del Ibex están ligadas, al igual que sus últimos avances, al sector financiero. Y es que la bancarización que tanto le ha pesado al índice en los últimos años, ahora se ha convertido en su mejor arma. De hecho, el sector lideró las alzas en Europa, tras auparse un 1,2%, en una semana marcada por el discurso del presidente del BCE, Mario Draghi, que fue interpretado como el principio del fin de las políticas acomodaticias en Europa, lo que apreciaba al euro un 0,5% al cierre de esta edición, hasta los 1,067 dólares.
El mensaje desató las ventas en el mercado de deuda -la rentabilidad del bono español a una década se disparó hasta el 1,89%, máximos de noviembre de 2015-, y fue celebrado por la banca, ya que las siete entidades del Ibex se situaron entre los diez valores más alcistas de la semana y, además, tres de ellos como Popular, CaixaBank o Sabadell se situaron a la cabeza, con subidas de entre un 9 y un 6%.
El selectivo español logró, además de subirse al rally de la banca, esquivar la corrección de un sectorial de recursos básicos poco representado, con solo dos miembros: Acerinox y ArcelorMittal, que se situaron a la cola del Ibex, al ceder un 6,2 y un 6,3%, respectivamente. La rebaja de las estimaciones de crecimiento para la economía china hasta el 6,5% anual le ha pasado factura al sector, ante las previsiones de una menor demanda de commodities por parte del gigante asiático, una situación que ha permitido que el sector tecnológico lo releve como el más alcista en Europa en 2017.
El petróleo, en mínimos de 4 meses
El otro lastre con el que se toparon los índices en su asalto a resistencias fue el fuerte crecimiento de los inventarios de crudo en Estados Unidos, que devolvió al barril de Brent hasta el nivel de los 52 dólares, su nivel más bajo desde finales de noviembre. Repsol sorteó las caídas de gigantes como Shell o Eni, que cedieron en bolsa más de un 2%, con un leve ascenso del 0,8%. La petrolera española celebró en el parqué el descubrimiento de unos yacimientos en Alaska con unas reservas estimadas de 1.200 millones barriles de crudo, lo que supone el mayor hallazgo en suelo estadounidense en 30 años.