
La cesta de precios cerró febrero con un avance del 1,4%, frente al 1,7% esperado. Es el primer mes de los últimos nueve, desde abril de 2016, el que la inflación sube menos que el mes anterior. Esta caída podría reflejar un descenso similar en los precios de la eurozona, que tienen una fuerte correlación con los de Francia.
En los últimos meses, Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo -BCE- no ha dejado de insistir en que su programa de estímulos monetarios es todavía necesario. El economista italiano se escuda en que el aumento de la inflación que está experimentando la eurozona es por el efecto de la subida de los precios del petróleo, principalmente, y no tanto derivado de una recuperación generalizada de los precios.
Pues bien, la cesta de precios de los productos que se consumen en Francia ha dado la primera señal de debilidad en 9 meses, apoyando la defensa de los estímulos del BCE: en febrero creció al 1,4%, frente a las previsiones que apuntaban a un aumento del 1,7%, y el 1,6% al que avanzó en el primer mes de 2017. Es la primera vez desde abril del año pasado en la que los precios no aumentan más que el mes anterior.
Este frenazo en el avance de los precios en Francia puede ser una señal de que en la eurozona haya ocurrido en febrero algo similar, teniendo en cuenta la correlación que hay entre los dos indicadores: desde noviembre de 2015, en todos los meses ha habido un movimiento a la par: si uno sube, el otro también, y viceversa. Ahora, el consenso de expertos recogido por Bloomberg espera que los precios hayan avanzado a un 1,9% en febrero en el conjunto de la región, un nivel acorde con el objetivo que mantiene el BCE, "en el entorno del 2%, o ligeramente por debajo". El próximo 16 de marzo se publicará el dato de inflación de la eurozona.
Mientras tanto, los precios de la región excluyendo la energía y algunos alimentos frescos, la llamada inflación subyacente, se mantiene estancada entre el 0,7% y el 0,9% desde abril del año pasado, lo que apoya la opinión de Draghi de que el aumento de la inflación de momento no es sostenible, sino circunstancial.