
El ascenso del Dow Jones de Industriales se ha convertido en la sensación bursátil del momento, incluso aunque el indicador no represente exactamente la totalidad del mercado americano, al contar sólo con 30 componentes, todos ellos compañías bien asentadas y de gran valor. Dicho esto, el hecho de que días después de tomar posesión, el índice superase la cota psicológica de los 20.000 puntos y acumule una rentabilidad del 13,6% desde las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre.
Con esta exuberancia contagiando a otros indicadores como el S&P 500 o el Nasdaq así como elevando la moral de los inversores, el rally Trump también está influenciando el valor de los consejeros delegados que capitanean muchas de las compañías que cotizan en bolsa. No debemos olvidar que estos directivos suelen recibir parte de su salario y bonificaciones en acciones de las empresas para las que trabajan. Según un estudio realizado por la consultora Equilar, los mandamases de las compañías que forman parte del Dow, han visto como su participación en sus respectivas entidades ha crecido en un total de 401,9 millones de dólares.
Una cantidad significativa y que sólo comprende el periodo comprendido entre el 7 de noviembre de 2016 y el pasado 10 de febrero de 2017. No debemos olvidar, que los tres principales indicadores y el Russell 2000, que incluye compañías de mediana y pequeña capitalización, tocaron nuevos récords bursátiles al cierre de la jornada del martes.
Según Equilar, los CEOs de los 30 componentes del Dow contaban con acciones por un valor total de 2.500 millones de dólares en las compañías que militan al cierre del pasado 20 de enero, cuando el presidente Donald Trump juró su cargo. Dicha cifra alcanzó los 2.600 millones de dólares tres semanas después.

"Tras las elecciones, el mercado entró en un momento de incertidumbre ante las especulaciones sobre la implementación de las políticas propuestas por el presidente electo Trump", señala Matthew Goforth, director de análisis de Equilar y autor del estudio. "Hasta ahora eso ha tenido un efecto beneficioso sobre las acciones de la mayoría de estas grandes compañías, y de hecho en el mercado en general, a medida que los inversores siguen especulando", añade.
Mientras que la tendencia es claramente ascendente, no todos los consejeros delegados se han beneficiado por igual, de echo se han registrado grandes brechas según el directivo al que nos refiramos. Por ejemplo, sólo dos CEOs, Lloyd Blankfein de Goldman Sachs y Jamie Dimon de JPMorgan Chase, representan casi dos tercios de los beneficios totales registrados entre el 8 de noviembre y el 10 de febrero, es decir, se habrían embolsado 261,1 millones de dólares en total.
El valor de los 2,4 millones de acciones que Blankfein tiene en Goldman Sachs registró un aumento de alrededor de 145,4 millones de dólares, ya que el precio de los títulos de la compañía pasó de 181,48 a 242,72 dólares entre el periodo analizado por Equilar. Por su parte, Dimon, con 6,7 millones de títulos, mas del doble de acciones con las que cuenta cualquier otro consejero delegado de una compañía del Dow, vio como su participación en el mayor banco de EEUU por activos creció en 115,5 millones dólares, ya que los títulos de J.P. Morgan pasaron de cotizar en los 69,88 dólares hasta los 87 dólares.

Vale la pena señalar que sólo cuatro consejeros delegados de los 30 componentes del Dow contaban con más de 2 millones de acciones invertidas en sus compañías. La media, según el estudio, ascendía hasta los 941.931 títulos. Es por ello que Blankfein y Dimon también vieron el mayor cambio porcentual en el valor de sus acciones, con un 33,7% y un 24,5%, respectivamente. Tim Cook de Apple, Ken Chenault de American Express y Dennis Muilenburg de Boeing completaron la lista de los cinco consejeros delegados del Dow con la mayor subida porcentual de su rentabilidad según las acciones invertidas en las compañías que dirigen.
Al otro lado de la balanza, tres empresas del Dow Jones (Coca-Cola, Wal-Mart Stores y Johnson & Johnson) registraron caídas en el precio de sus acciones y por lo tanto han mermado el valor de las acciones en manos de sus respectivos consejeros delegados. Muhtar Kent, CEO de Coca-Cola, registró el mayor recorte en el valor total de su participación en el fabricante de refrescos, que cayó en 1,7 millones de dólares, entre el 7 de noviembre y el 10 de febrero.
