
Las expectativas de una mayor inflación a nivel global ligadas a las políticas expansionistas de Donald Trump en Estados Unidos han traído consigo un castigo en el mercado de deuda que amenaza con prolongarse durante el resto del año.
Aunque de momento las caídas están atenuadas, de hecho hoy los inversores están buscando refugio en el mercado de deuda pública con pequeñas compras, la mayoría de los bancos de inversión y gestores concluyen que éste será uno de los mayores riesgos de cara al año venidero y el activo más difícil de gestionar. Tanto es así que Pictet pronostica que la rentabilidad del bono español a una década puede escalar hasta el 2% en 2017, por encima del entorno del 1,5% en el que se encuentra ahora, lo que provocaría pérdidas del 5% por ciento en el bolsillo del inversor.
No es el único banco de inversión que lo sitúa por encima de este rango. Según recoge Bloomberg, Intesa Sanpaolo, Oxford Economics y Raiffeisen también lo ven en el 2%, el 2,11% y el 2,4% para finales de año, siendo este último el más pesimista, ya que de cumplirse sus cálculos supondrían pérdidas de hasta un 8%.
Y es que Lauréline Chatelain, estratega de renta fija de Pictet WM, piensa que después de haber vivido 35 años de mercado alcista en la deuda soberana de los mercados desarrollados, las rentabilidades pueden llegar ahora a ser "cercanas al crecimiento del PIB nominal".
En concreto, aunque el crecimiento de la economía en EEUU puede debilitarse al 1,7% en el primer semestre por la apreciación del dólar y el endurecimiento de las condiciones monetarias, con las propuestas de gasto fiscal de Trump puede alcanzar al 2,4% el segundo semestre, comentan desde la gestora. Así, sitúan el rendimiento del T-Note americano en el 3% para finales de año, por encima del 2,5% de ahora. Una cota que también profundizan hasta 20 bancos de inversión que recoge Bloomberg. Los más pesimistas lo sitúan, incluso, en el 3,71% (Georgia State University).
Por su parte, Pictet incrementa la previsión del interés del Bund alemán hasta el 0,7% de cara a finales de año, frente al 0,4% de ahora. Chatelain explica que, aunque el crecimiento en la eurozona puede desacelerarse ligeramente hasta el 1,3% en 2017 desde el 1,6% en 2016, su inflación puede acelerarse al 1,4% en 2017 y, con la anticipación del fin del programa de compras del Banco Central Europeo, la rentabilidad nominal del bono germano acabará elevándose porque "su rentabilidad está correlacionada con la deuda del Tesoro de EEUU a diez años".
Ayer ya se vio esta tendencia al alza en el mercado de deuda, donde las fuertes ventas de los inversores por una crisis política en Italia llevaron al diferencial entre la deuda española e italiana a mínimos de 2012; y la brecha con Francia, que también tiene elecciones en el próximo mes de abril, a niveles no vistos desde el año 2010.
¿Y si hay una guerra comercial?
Desde Pictet consideran que este escenario solo tiene unas probabilidades del 10%, pero esto, combinado con una depreciación del dólar, puede originar inflación importada. "Esto provocaría mayor aumento de la rentabilidad a vencimiento de la deuda del Tesoro de EEUU, obligando a la Reserva Federal a aumentar sus tipos de interés más rápidamente", sugiere Chatelain.