
En los últimos diez años, la rentabilidad neta media de los fondos de inversión y los planes de pensiones individuales ha sido del 1,4% y el 1,7%, respectivamente, mientras que la de los planes de empleo (aquellos que las empresas y sindicatos ponen a disposición de sus trabajadores) se eleva hasta el 3%, según un estudio elaborado por Mercer y ESADE Business School.
La razón, según deja entrever este estudio, está principalmente en las bajas comisiones que soportan estos productos: se sitúan, de media, en el 0,4% (y según Alejandro Olivera, analista de Mercer, "son menores en los fondos de pensiones que cuentan con más de 100 millones de euros en activos"), frente a costes que alcanzan, de media, el 1,3% tanto en fondos de inversión como planes de pensiones individuales.
Pero no es lo único. Carmen Ansótegui, profesora de ESADE y una de las autores del estudio, justifica que la explicación a la mejor ecuación rentabilidad/riesgo de los fondos de pensiones de empleo "reside en la existencia de mandatos de gestión, claramente definidos por parte de las Comisiones de Control, que disponen de medidas de control de riesgo y, en algunos casos, que también disponen de objetivos de rentabilidad y cuentan con retribución variable de las entidades gestoras ligada a estos objetivos".
El informe "Situación del ahorro colectivo en España" señala, además, que los planes de pensiones no aprovechan su mayor plazo de inversión para asumir un mayor nivel de riesgo.
Un ahorro insuficiente
Lo llamativo del dato es que, pese a estos buenos resultados a largo plazo, siguen siendo muy pocos los que ahorran en este tipo de productos. Según los datos de Inverco, sólo suponen una tercera parte del ahorro total para la jubilación, a pesar de que son el segundo pilar del sistema de pensiones en España tal y como está planteado (el primero es la pensión pública y el tercero, los planes de pensiones individuales).
Además, no parecen atisbar el punto de inflexión. De hecho, según los datos de Inverco, los planes de las empresas sufrieron prestaciones netas por valor de 604 millones de euros hasta septiembre del año pasado (último año natural del que hay datos), la mayor salida de dinero desde que existen datos. Un goteo de ahorro que, lejos de tratarse de algo puntual, se incrementa de manera constante desde el año 2012, según fuentes del sector, por la falta de impulso por parte de las empresas.
La evolución del Fondo de Reserva de la Seguridad Social (la hucha que se utiliza para atender a las necesidades de pago de las pensiones contributivas a las que el Sistema de Seguridad Social no puede hacer frente), que está a punto de agotarse, según estos expertos "puede servir como detonante para reabrir el debate de las pensiones e incrementar la concienciación de la población y la necesidad de tener un ahorro finalista", explican.