Bolsa, mercados y cotizaciones

Británicas que sacan músculo con una libra débil en 2017

Pese a que la divisa de Reino Unido visitó máximos del pasado junio tras el discurso de la primera ministra, Theresa May, los expertos apuntan a que sufrirá presión a la baja. Compañías como Shire, Royal Dutch Shell y Ashtead, con la mayor parte de su negocio fuera del país, salen reforzadas.

Un 3 por ciento se anotó la libra contra el dólar el pasado martes, y un 2 por ciento contra el euro. La divisa británica se fue a máximos de junio, después de que la primera ministra, Theresa May, explicase que el acuerdo definitivo para la salida del Reino Unido de la Unión Europea será votado en el Parlamento.

Pero la euforia duró poco y los expertos apuntan a que la debilidad de la moneda británica se prolongue (desde el 23 de junio, el día de la desconexión, cede un 17 por ciento). "Creemos que la libra va a sufrir presión a la baja en 2017", comenta Pelayo Gil-Turner, director de gestión de Julius Baer en Iberia. David Page, de Axa Investment Managers, agrega: "La subida del día del speech refleja la toma de beneficios de quienes estaban cortos en esta divisa, más que un rally tras la confirmación de que el Parlamento tendrá un voto fundamental. Recelamos de que la recuperación persista". La libra se intercambia hoy en el entorno de los 1,23 dólares y el consenso que recoge Bloomberg la ve en 1,21 dólares el próximo trimestre.

Una divisa débil trae buenas noticias para las exportadoras británicas, al hacer más competitivas sus ventas. Pero, más allá de este argumento, los analistas miran hacia las multinacionales del país por otros motivos. En un informe de esta semana, los analistas de Bank of America Merrill Lynch comentan: "Dentro del Ftse 100, preferimos la exposición internacional que la doméstica, ya que somos cautos acerca del consumo en Reino Unido por los sorprendentes datos de inflación que acaban de conocerse". El IPC británico subió en diciembre al 1,6 por ciento, su nivel más alto en dos años y medio, lo que encarece la cesta de la compra. ¿En qué compañías fijarse para sacar provecho de este escenario? Un tercio del Footsie 100 luce una recomendación de compra por parte del consenso que recoge FactSet. Y un buen puñado realiza la mayor parte de su negocio en el exterior.

Por recomendación, brilla la farmacéutica irlandesa Shire, con el segundo mejor consejo de todo el índice, además de un potencial del 40 por ciento. El grupo, que desarrolla productos destinados a tratar enfermedades raras, acaba de llegar a un acuerdo para adquirir su competidora estadounidense Baxalta. Más del 75 por ciento de sus ingresos proceden de EEUU, y el consenso espera que su beneficio se dispare un 40 por ciento este año, hasta superar los 4.300 millones de euros. La compañía -que forma parte de la selección de elMonitor, la herramienta de elEconomista- permanece atenta, eso sí, a los planes del presidente Trump de reducir los precios de los fármacos.

Tras un 2015 dramático por la caída del precio del crudo, el beneficio de Royal Dutch Shell superará los 3.000 millones de euros en 2016, según las previsiones y subirá un 120 por ciento adicional este año, lo que la convierte en la tercera compañía del Ftse 100 con mayor aumento de las ganancias en 2017, tras la también petrolera BP y la minera Glencore. El 64 por ciento de sus ventas procede de fuera de Europa. Uno de los puntos fuertes de Shell, que es miembro del Eco30, el índice de ideas internacionales de elEconomista, es la rentabilidad de sus dividendos, que supera el 6 por ciento.

Tras el discurso de May, tres compañías del Ftse 100 han mejorarado su recomendación desde mantener a comprar: Astrazeneca, Ashtead y Aviva. Con un potencial en bolsa del 14 por ciento, la farmacéutica Astrazeneca -cuya recomendación no era tan positiva desde finales de los años noventa- ofrece una rentabilidad por dividendo del 4,9 por ciento. Según un reciente informe de Deydun Markets, sus tratamientos con anticuerpos para el cáncer de pulmón podrían generar 6.000 millones de dólares anuales en su punto más alto (5.600 millones de euros). La compañía obtendrá un beneficio de 4.300 millones de euros este año.

El hecho de que el 86 por ciento de su negocio lo genere en Norteamérica favorece a Ashtead, dedicada al alquiler de equipos industriales, por dos vías. La primera de ellas, el efecto divisa. La segunda, las medidas del presidente Trump, que incluyen un plan de infraestructuras de un billón de dólares -que previsiblemente beneficiará a las empresas de alquiler- y un recorte del impuesto de sociedades del 35 al 15 por ciento. Un informe de JP Morgan, que aconseja comprar sus títulos, señala que "cualquier recorte de impuestos por parte de Estados Unidos podría aumentar materialmente el valor de la compañía". Según los cálculos de JP, una bajada de las tasas al 20 o al 15 por ciento se traduciría en aumentos del BPA (beneficio por acción) de Ashtead del 17 al 22 por ciento.

La aseguradora Aviva -el 60 por ciento de cuya facturación procede de fuera de Reino Unido- acaba de recuperar la recomendación de compra que perdió en verano. Tras ceder un 4 por ciento desde primeros de este mes cotiza con un PER de 9,6 veces, lo que la sitúa entre las seis compañías más baratas del Footsie 100. Su beneficio crecerá cerca de un 30 por ciento este año, hasta los 2.100 millones de euros, y uno de sus ganchos es su retribución, que renta un 5,5 por ciento.

Prudential hace fuera de Reino Unido el 76 por ciento de su negocio. La aseguradora hará crecer sus beneficios un 29 por ciento este año, hasta los 4.000 millones, y los expertos le dan un potencial del 10 por ciento. Tras subir un 7 por ciento en 2016 (la mitad que el índice británico), cede un 4,9 por ciento en el parqué este año. El consejo que recibe por parte del consenso de mercado que recoge FactSet ha sido, de forma casi ininterrumpida, un comprar desde el año 2013.

En cualquier caso, no todas las opiniones en torno al devenir de la libra son coincidentes. David Buckle, director de Soluciones de Inversión Multiactivos de Fidelity, comenta: "Su depreciación puede continuar, sobre todo frente al dólar, aunque probablemente no con tanta fuerza [como hasta ahora]". Además, la relación entre la libra y el euro, agrega, "dependerá mucho más del desenlace de la negociación sobre el Brexit y de las elecciones en Alemania y Francia".

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