
Frente a un Ibex 35 que sube poco menos del 1% en las dos semanas que van ya de 2017, hay títulos que multiplican por 20 y hasta por 30 esta revalorización. Ahora bien, hay subidas más fiables que otras, como es el caso de Azkoyen, aunque sólo sea por su precio de mercado.
Su acción cotiza en los 7,35 euros actualmente después de haber subido un 25% en el año. Su capitalización asciende a 188,76 millones de euros.
Otro criterio a valorar es el seguimiento de analistas y, en base a esto, destaca Deoleo. Sube un 21% en el año hasta los 28 céntimos por acción -exactamente lo mismo que cuesta comprar un título de Amper en el mercado-, pero lo hace, al menos, con cierto seguimiento de analistas y en máximos desde junio del año pasado. Según Bloomberg, hasta siete firmas realizan un análisis del valor, para los que es una clara 'venta'. Su precio objetivo se sitúa en los 22 céntimos, por debajo de su nivel actual.
A nivel de beneficio, el consenso de mercado espera que este año la compañía fabricante de aceite de oliva, entre otros productos, vuelva al terreno de ganancias. Frente a las pérdidas que registrará en 2016, que se estiman en 18 millones de euros, en 2017 llegará hasta los 14 millones de beneficio y hasta los 21 millones en 2018. Su valor de mercado alcanza los 323 millones de euros.
Las verdaderas 'acciones calderilla'
La primera de ellas es Inypsa. La compañía de ingeniería dedicada a temas ambientales, es la más alcista de toda la bolsa española gracias a una subida del 30%. Sus títulos alcanzan así los 26 céntimos por acción, para una capitalización de mercado que se sitúa en los 38,5 millones de euros. Eso sí, si quiere jugarse unos euros en esta cotizada, sepa que no hay seguimiento del valor ni tampoco se le espera.
Amper es un clásico de los chicharros españoles. Junto a Deoleo son los dos valores que han llevado al Ibex Small Cap a revalorizarse un 3% en el año, el triple de lo que se anota su hermano mayor. La compañía informática es la más alcista del subíndice, gracias a un 27% de revalorización y cotiza en 28 céntimos. Está en máximos de los últimos dos años después de subir un 921%, aunque tampoco ha ido mucho más allá. Sus máximos históricos, de 1997, se situaron poco más allá del euro por acción. Tampoco tiene seguimiento alguno por parte de los analistas.
Y menos de 30 céntimos también es lo que cuesta en el mercado una acción de Urbas. De hecho, cotiza exactamente en 1 céntimo por título. No es de extrañar que suba un 25% en el año dado estos niveles tan bajos y que son tan fácilmente manipulables por los inversores. La histórica inmobiliaria española vivió su época de esplendor antes del estallido de la burbuja del ladrillo en el año 2006, cuando alcanzó sus máximos históricos en la zona de 2,9 euros por acción.