Bolsa, mercados y cotizaciones

El beneficio previsto para Santander sube por primera vez en dos años

  • Se espera un incremento de beneficios cercano al doble dígito
  • Brasil ha pasado de ser un lastre a jugar favor del banco

Tras varios ejercicios en los que acertar cuál sería el beneficio final del Santander se había convertido en una auténtica lotería, ahora, los planes del banco pasan por convertirse en una entidad casi aburrida, con unas ganancias predecibles y unos objetivos creíbles para el mercado y que, incluso, puedan ser batidos de manera habitual. En el camino para lograr ser ese banco predecible, la firma presidida por Ana Botín ha conseguido dar los primeros pasos para convencer a los analistas y, por primera vez en casi dos años, las estimaciones de ganancias para este ejercicio han comenzado a subir de manera modesta -un 2,5% desde mínimos-.

En concreto, el consenso de analistas recogido por FactSet espera que el beneficio neto de la compañía se sitúe por encima de los 6.500 millones de euros, lo que implicaría un aumento del 7,4% con respecto a las ganancias esperadas para 2016. Mientras, para 2018 se prevén 7.095 millones de euros, un alza de casi el 9%.

Los compromisos del banco pasan por lograr en 2017 un incremento del beneficio por acción (BPA) y que en 2018 éste crezca a doble dígito. "La dirección estratégica desvelada en 2015 está haciéndose visible en las ganancias de Santander. Aunque es probable que los ingresos domésticos permanezcan como un reto a corto plazo, la mayor parte del resto de geografías están contribuyendo al crecimiento", indican en Barclays.

Además, algunos analistas consideran que las sorpresas positivas del banco podrían no haber acabado: "Hay potencial para que haya revisiones del beneficio por acción al alza, especialmente dadas las recientes medidas de recortes de costes anunciadas en España, que Brasil se mantiene mejor de lo esperado inicialmente y una continuada ganancia de cuota de mercado en México", explica el equipo de análisis de JP Morgan.

El negocio en Brasil

Uno de los puntos que está jugando a favor del Santander es su exposición a Brasil. Si el país sudamericano ha sido un lastre para la cotización del valor durante muchos meses, ahora una evolución mejor de lo esperado del negocio -y la fuerte apreciación del real frente al euro- está permitiendo que los analistas comiencen a revisar al alza sus previsiones.

"Dadas las bajas expectativas del mercado sobre Brasil, creemos que las noticias que vengan del país puedan sorprender positivamente gracias a una foto macro más estable que podría conducir a una mejor perspectiva sobre el volumen y la calidad de los activos", apuntan desde UBS. Mientras, en Barclays consideran que Brasil es "un punto positivo clave en 2017 con una aceleración de las ganancias ahora impulsadas por el viento de cola del tipo de cambio". Y es que durante los últimos 12 meses el real se ha apreciado un 25% frente al euro, lo que supone un importante apoyo a la hora de repatriar las ganancias en euros.

La mejor recomendación

Aunque dentro del sector bancario las recomendaciones de compra brillan por su ausencia -y en las últimas semanas ha habido cierto deterioro tras el rally vivido en el parqué-, Santander es la entidad española favorita para los analistas, si bien no se cuela ni entre los 20 mejores del Ibex 35.

En 2016, la entidad se apuntó una subida de más del 7%, convirtiéndose en el banco con mejor comportamiento tras Bankinter, y desde los mínimos del año llegó a recuperar un 48%. Aún así, por PER de 2017 (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción), la compañía cotiza con un descuento del 3,5% con respecto al resto del sector en España y de casi el 9% en contraste con las 20 grandes entidades del Viejo Continente.

"Las perspectivas macroeconómicas generales mejorarán en 2017 y la exposición a economías con tipos de interés más altos deberían impulsar los márgenes del grupo. Con sólidos retornos y una mejora del capital esperamos que las acciones lo hagan mejor que el mercado", apuntan en Barclays.

En cualquier caso, el comportamiento de Santander también dependerá de la evolución de la rentabilidad de la deuda. El sector tuvo una gran actuación en los últimos meses de 2016 gracias al empinamiento de la curva de tipos, lo que permite aliviar la presión sobre el negocio de las entidades. De este modo, si las subidas en los rendimientos vuelven, la banca de la eurozona debería seguir haciéndolo mejor que el resto del mercado.

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