
El selectivo ha seguido recuperando terreno apoyado en unos datos de inflación y desempleo semanal en EEUU mejores de lo esperado. Así, las caídas se han recortado drásticamente y el Ibex 35 ha superado los 9.600 puntos marcando máximos del día. Los futuros de Wall Street anuncian subidas en la apertura de Nueva York, pero como la volatilidad es el estandarte del mercado hay que tener precaución. Crónica de cierre: nueva dentellada y pérdidas del 4,11% para el Ibex 35.
"Solamente se alejaría a muy corto ese riesgo si los índices consiguieran cerrar hoy el hueco bajista abierto esta mañana en la apertura, que es donde de momento se ha visto frenada la recuperación. Desde el punto de vista tendencial sigue sin haber cambios y se mantiene la tendencia bajista instalada en la renta variable a lo largo de las últimas semanas-meses. Seguimos considerando que es muy alto el riesgo de que después de eventuales alzas y rebotes fruto de la sobreventa se vuelvan a imponer las caídas a nivel general. Un ejemplo de ello lo hemos visto estas dos últimas jornadas. Es más, no hay nada que nos impida pensar que pueden perderse los mínimos marcados la semana pasada", explicaba Joan Cabrero.
"Esto es así en la medida que ni el rebote que ha tenido lugar esta semana ha sido capaz de extenderse todavía por encima de primeras resistencias fundamentales, cuya superación permitiría pensar en un rebote más sostenible, ni tampoco los índices han alcanzado zonas de giro potenciales de medio plazo como podrían ser los mínimos del 2003 en el caso del Dow Jones Industrial o S&P 500", añadía el experto.
Sangre anoche en Wall Street
Ayer era de esperar una recaída después de las fortísimas subidas de lunes y martes, un recorte razonable, tranquilizador incluso. Pero no que el Ibex (IBEX.MC) se desplomara otra vez el 5% ni que el EuroStoxx se hundiera el 6,5%. Ni lo de Wall Street. Bueno, es que lo de Wall Street no se lo esperaba casi nadie a dos horas del cierre. Sí, los índices perdían más del 4%, pero eso parece hasta razonable en medio de los tremendos bandazos de este mercado.
Pero no se ha acabado el pánico. Éste se desplegó en el último tramo de la sesión y provocó que el Dow Jones cayera a plomo el 7,87%, por encima del 7,33% perdido el 9 de octubre. Se trata de la segunda mayor caída en puntos de la historia, por detrás del "lunes negro" de 1987, y sirvió para que el Dow Jones perdiera los 9.000 puntos por tercera vez en las últimas cinco sesiones. El Nasdaq lo hizo todavía peor, con una caída del 8,47%, y el S&P 500 se derrumbó un terrorífico 9,03%.
En todo caso, queda demostrado que no había que fiarse del rebote, por mucho que los siemprealcistas dieran por terminada la caída son la subida histórica del lunes. Ahora cobra cuerpo la posibilidad de que este rebote no fuera más que un pullback a los antiguos soportes -ahora resistencias- antes de recaer a mínimos. No tiene por qué ser así, pero la posibilidad está abierta.
El hundimiento final de Wall Street tuvo como detonante el Libro Beige de la Fed, que mostró un fuerte debilitamiento de la economía en todo el país, principalmente por la falta de crédito a las empresas. Anteriormente, las ventas minoristas (la clave de la economía norteamericana) habían caído el doble de lo previsto, la actividad se había frenado en Nueva York y los precios industriales habían subido inesperadamente. Un cóctel peor imposible para el mercado y que resucitó con fuerza los rumores de nuevas bajadas de tipos.
Este negro panorama económico provocó un nuevo descenso del petróleo superior al 5%, con lo que el barril quedó por debajo de 75 dólares. Las petroleras fueron especialmente castigadas en Wall Street, aunque el desplome fue generalizado. Los buenos resultados de Intel, JP Morgan y Wells Fargo no evitaron que los dos primeros valores cayeran más del 5% (el tercero sólo cedió el 0,5%).
Para hoy, aparte de la posibilidad de otra bajada de tipos de emergencia, nos aguardan otros datos económicos importantísimos en EEUU, como el IPC, la producción industrial, el índice de los constructores de vivienda y el índice de la Fed de Filadelfia, y resultados de Citi y Merrill Lynch.