Bolsa, mercados y cotizaciones

Mapfre, el correo del zar de la subida de tipos de interés

  • Cada subida de tipos de 25 puntos básicos aumenta sus fondos propios en 200 millones

La resurrección de Mapfre en bolsa es de las cosas más complicadas de contar desde el punto de vista de los bancos de inversión que siguen el título. Las acciones de la compañía han pasado desde los 1,85 euros en julio a alcanzar los 3, con la peor recomendación de la 'Liga Ibex de elEconomista'. Por mucha imaginación que se le ponga, y con la jerga actuarial que se le da al negocio del seguro, lo sencillo sería decir que lo que ha ocurrido es que mientras la aseguradora ha hecho una pequeña gesta, los cronistas de la misma ni se han enterado o han ido perdiendo la oportunidad de meterla en sus recomendaciones a medida que se iba acelerando la subida.

Los analistas en esta ocasión son esos dos avezados periodistas que van a cubrir en exclusiva el levantamiento de los tártaros contra Rusia, y no son capaces de descubrir hasta la recta final de las 5.500 kilómetros que separan Moscú de Irkutsk que el comerciante con el que no paran de cruzarse es Miguel Strogoff, que lleva la carta que salvará la invasión tras el  corte del telégrafo en los Urales.

El mensaje del correo del zar de Mapfre en estos últimos meses ha sido explicar que en el negocio de vida la compañía es mucho más sólida y aburrida de lo que el mercado podía entender, y que incluso había sido un poco vaga al trasladar que en términos de solvencia está mucho más fuerte, sobre todo en el caso de ciclos de moneda complicados. El mercado ha comprado con celeridad esta situación, y al viento a favor se ha sumado en unos meses la contundencia con la que se ha abierto la expectativa de una subida de tipos, el otro gran problema que lastraba a Mapfre. A esta aseguradora hay que entenderla con sus dos modelos, vida o no vida, lo que la lleva a ser comparada en unas ocasiones con los bancos del Ibex, y en otras con el sector asegurador.

Mapfre tiene un problema para los analistas: la futura renovación de su cartera de deuda, solo la friolera de 18.000 millones de euros en deuda española. La ventaja es que Draghi da cada vez más pasos en la consecución de que los récord de financiación históricamente barata para las compañías haya quedado atrás. Que prorrogue las compras de deuda, pero en menor cuantía, no hace otra cosa que acelerar la subida de tipos, el empinamiento de los bonos, y, por tanto, mayores rentabilidades en el futuro para cuando Mapfre tenga que ir renovando su cartera de inversiones. Cada subida de 25 puntos básicos del precio del dinero aumenta en 200 millones los fondos propios de la aseguradora, pero es algo que hoy no aporta nada a la cuenta de resultados. En cuatro o cinco años sí lo hará. Será entonces cuando los ansiados mil millones de beneficio es posible que se alcancen. Mapfre remontará posiciones en la Liga Ibex, pero el mensaje del correo del zar el mercado ya lo ha comprado.

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