
La victoria de Trump y el temor de una guerra comercial mundial se está dejando notar con especial intensidad en el mercado de divisas, y el yuan no podía quedar al margen: el yuan cayó ayer hasta niveles no vistos desde el año 2008 y ya pierde más del 1% en las cinco sesiones de mercado que han tenido lugar desde las elecciones estadounidenses. | Editorial: China planta cara con el yuan a EEUU.
La reacción es destacable, teniendo en cuenta el corto periodo de tiempo en el que ha ocurrido: desde agosto de 2015, cuando empezó la primera devaluación, hasta ahora, el yuan cede cerca de un 9,5%.
A pesar de la debilidad de la divisa del gigante asiático frente al dólar, esta no se está materializando en los cruces que mantiene con otras monedas de economías emergentes, que se han visto muy perjudicadas por la posibilidad de que suban los tipos de interés en Estados Unidos -las probabilidades que maneja Bloomberg ya superan el 90%-, y de que Trump termine implementando políticas proteccionistas para el comercio.
Los mercados emergentes están volviendo a acaparar las miradas de los inversores: no hay que olvidar que el miedo a los problemas de China para crecer, y la posibilidad de que contagiase al mundo de deflación se transmitió a las bolsas europeas el año pasado y a principios de este, haciendo que el arranque de 2016 fuese el más bajista para las bolsas en toda la historia.
Ahora, la posible imposición de aranceles, o medidas que puedan perjudicar al país -una subida del dólar tampoco es positiva, ya que, según vienen explicando muchos expertos durante los últimos meses, las empresas chinas tienen un peso elevado de deuda denominada en esta divisa-, pueden volver a hacer que los inversores teman por la economía mundial.
Devaluación: objetivo 15%
Las caídas que estamos viendo durante los últimos meses -octubre y noviembre están siendo especialmente bajistas para la divisa, con una caída del 2,85% en este periodo-, siguen encajando dentro del plan de las autoridades monetarias chinas, de devaluar la moneda hasta que llegue al nivel deseado.
Javier Santacruz, profesor del IEB, explica que "en verano de año pasado ya explicábamos que el objetivo de la devaluación del yuan para que se ajustarán los tipos de interés entre la economía china y la extranjera" -un ajuste para evitar arbitrajes entre los tipos de interés estadounidenses y los de China- "era del 15%: desde verano hasta final de 2015 cayó un 6%, por lo que todavía quedaba un ajuste por hacer en 2016".
El experto concreta que "el objetivo son los 6,9 yuanes por dólar -los nuevos mínimos han sido los 6,868-, ya que en ese nivel se ajustarían los tipos de interés de la economía china y la estadounidense. Si se acercase a los 7 yuanes por dólar, el banco central de China saldría a comprar yuanes", una práctica que ha llevado a cabo el país durante los últimos meses, "para amortiguar el proceso de devaluación", concluye el experto.