Bolsa, mercados y cotizaciones

Renta fija, sí... pero hay que controlar la volatilidad

  • Las mejores posibilidades las ofrecen los emergentes

La renta fija sigue siendo un reto para los inversores. Es importante apostar por la calidad y ser muy selectivo para obtener rendimientos en este mercado por lo que la clave está en buscar rentabilidad positiva sobre el índice en un ciclo completo y con una volatilidad controlada, manteniendo en el mínimo posible el riesgo de caídas. En nuestra opinión, el mejor modo de lograrlo es optar por soluciones de inversión basadas en la gestión activa de la duración y de las coberturas del riesgo de crédito. En base a nuestra experiencia en gestión activa, si analizamos el mercado europeo, tenemos que ser conscientes de que ya hemos recogido parte de los beneficios acumulados en las posiciones en bonos corporativos de alta calidad crediticia tras un avance de más del 6% este año.

Las compras por parte del Banco Central Europeo (BCE) y la búsqueda de rendimientos han comprimido con fuerza los diferenciales de tipos frente a la deuda pública y, a causa de ello, el recorrido alcista de los precios. Además, los tipos negativos en la deuda corporativa europea están aumentando y esto provoca que los inversores se centren en los activos que ofrecen unos rendimientos mayores.

Con el 40% del mercado de renta fija sujeto a las compras oficiales y en un contexto en el que es complicado encontrar bonos de grado de inversión con rentabilidades por encima del 1%, no resulta fácil identificar oportunidades en Europa. La situación, gracias al apoyo del BCE como comprador de último recurso, está volviendo complaciente al mercado sobre los riesgos; pero debemos tener muy en cuenta que este apoyo no será ilimitado.

Seamos claros: las posibilidades de encontrar buenas oportunidades en renta fija europea son, en estos momentos, muy pocas, tanto en el mercado de deuda soberana, como en los de grado de inversión y high yield. Algo que no ocurre en Estados Unidos donde, además de no haberse creado una burbuja gracias a la política monetaria, hemos encontrado oportunidades relevantes, sobre todo en el sector energético, que nos ha llevado a tomar una posición importante en bonos estadounidenses con interés variable.

Por otro lado, debemos tener en cuenta que la subida del Libor a 3 meses durante las últimas semanas permite obtener rendimientos a corto plazo interesantes con una duración reducida y, por tanto, un riesgo de tipos de interés bajo.

Cabe señalar en este punto que el repunte del Libor no responde a expectativas de subida de los tipos de la Reserva Federal (Fed) por parte del mercado y no constituye una señal de mayor riesgo en el mercado interbancario, como sí que ocurrió durante la última crisis financiera.

Este ascenso se origina en un cambio normativo en el sector de los fondos de inversión estadounidenses, cuya valoración dejará de estar referenciada al dólar para reflejar el valor liquidativo de los títulos subyacentes.

En cualquier caso creemos que, en el actual contexto global, los mercados emergentes son los que proporcionan las mejores posibilidades para la inversión en el ámbito de la renta fija.

Definitivamente, la deuda de los países emergentes es nuestra preferida. La ausencia de subidas de tipos de interés -factor que suponía un riesgo para esta clase de activos-, la mejora del mercado de materias primas y de los precios de la energía, así como la nueva situación de los fundamentales de algunos de los grandes jugadores, como Brasil o Rusia, han sido factores de gran valor añadido.

También vemos que los bonos de alto rendimiento vuelven a ser interesantes. El diferencial de tipos con la deuda pública es de 520 puntos básicos, frente a más de 700 puntos básicos a finales del año pasado. Ello se debe principalmente a la fuerte caída de los diferenciales en el sector de la energía, que se han reducido a la mitad en apenas unos meses.

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