
El miedo se está difundiendo por la mayoría del mundo desarrollado debido a la incertidumbre política. En estados Unidos los expertos especulan sobre el posible impacto negativo en el mercado de valores tanto si gana las elecciones Donald Trump como si las gana Hillary Clinton. Lo mismo sucede con 4 de las economías más grandes de la eurozona, España, Italia, Francia y Alemania, que acudirán a las urnas pronto. Estas votaciones han incentivado el miedo y el odio en el continente, hasta el punto que los resultados económicos de la región se han pasado por alto.
Sin embargo, son muchos los "desastres" políticos que han tenido un impacto limitado en Europa. Por ejemplo, el voto del Brexit parece que ha tenido un impacto económico limitado, y los datos indican que el pasado tercer trimestre es el 14 mes consecutivo que el país está en expansión. Incluso las acciones financieras europeas, que tanto se han criticado, tienen mejores resultados, después de que los tipos de interés negativos y los cambios legislativos no hayan sido como se temía.
Aunque las próximas elecciones puedan conllevar algunos cambios sin importancia, es bastante improbable que acaben causando cambios drásticos. Probablemente suceda todo lo contrario, los gobiernos tendrán un bloqueo político mayor, algo positivo para la economía ya que reduce la incertidumbre y el riesgo de los cambios legislativos.
España
Parece que España va a vivir las terceras elecciones generales en un año, ya que el parlamento sigue fragmentado y no ha conseguido formar un gobierno todavía tras las elecciones de junio. Mariano Rajoy, del Partido Popular, no ha conseguido una moción de confianza, necesaria para gobernar en un gobierno minorista junto a Ciudadanos. En el caso de que ni Rajoy ni la oposición consigan formar gobierno para el 31 de octubre, los votantes españoles tendrán que volver a las urnas, posiblemente en Navidad.
Aunque muchos creen que la falta de gobierno puede afectar a la economía, los datos muestran lo contrario. Gracias a las reformas que se han aprobado en los últimos años, España se ha convertido en una de las economías desarrolladas que crece a mejor ritmo, con un PIB del 3,2% anualizado en la primera mitad de 2016 [i]. El bloqueo político impide que se realicen cambios drásticos a dichas reformas, por lo que el sector privado, cada vez más competitivo, es quien impulsa el crecimiento.
Gráfico 1: El crecimiento económico español
Fuente: FactSet, con fecha de 9/9/2016. Crecimiento del PIB anualizado, ajustado estacionalmente, del 3º trimestre de 2011 al 2º trimestre de 2016.
Italia
Seguramente, Italia va a convocar un referendo constitucional en noviembre. En general, esta convocatoria se percibe como un voto de confianza al gobierno de Matteo Renzi. Renzi pretende facilitar la aprobación de leyes y la creación de coaliciones más estables. De este modo, pretende resolver un problema que Italia ha tenido desde hace varias décadas.
Tras el anuncio del referendo en julio, las encuestas iniciales indicaban que más votantes estaban en contra de la propuesta. Si el referendo fracasara, el gobierno podría caer con él. Esto podría conllevar nuevas elecciones y un aumento del apoyo al Movimiento 5 Estrellas, lo que podría provocar mayor incertidumbre.
Sin embargo, las encuestas no han acertado últimamente, y la inestabilidad política no es nada nuevo en Italia. Los mercados están acostumbrados a la inestabilidad política, ya que el país ha tenido 5 gobiernos en los últimos 10 años. Aunque las reformas serían un factor positivo a largo plazo, los mercados no se sorprenderían si el referendo no diera respaldo a las reformas. Además, Italia representa menos del 1% del mercado accionario mundial [ii] y aproximadamente el 2% del PIB mundial [iii] , por lo que el crecimiento mundial o el mercado alcista actual no se verían afectados.
Francia y Alemania
Tanto Francia como Alemania irán a las urnas en 2017, Francia en primavera, Alemania en otoño. En ambos países se teme el aumento en el apoyo a los partidos de la extrema derecha, y la posible inestabilidad que podría representar. Las encuestas recientes ven un creciente apoyo al Frente Nacional francés (Front National) y a Alternativa para Alemania (Alternative für Deutschland, AfD), pero ninguno de los dos partidos es candidato a la presidencia o a ser parte del gobierno.
En Francia, las encuestas indican que la candidata a la presidencia del Frente Nacional, Marine Le Pen, tendrá buenos resultados en la primera ronda, con aproximadamente un 27% de los votos. Pero se prevé que pierda la siguiente ronda, quedando lejos de todos los candidatos, excepto de François Hollande, que seguramente no conseguirá el apoyo del partido. Básicamente, se repetirían los resultados del Frente Nacional en las últimas elecciones regionales.
Tras una primera ronda con muchos apoyos en las elecciones de diciembre, los socialistas y republicanos aunaron fuerzas para derrotar a los candidatos del Frente Nacional en la segunda ronda, por lo que no consiguieron ni una sola victoria.
En Alemania, el AfD tuvo buenos resultados en las elecciones regionales de Mecklenburg-Vorpommern, pero finalmente solo obtuvieron el 20% de los votos, un buen segundo puesto. En las elecciones nacionales, las encuestas indican un 15% en intención de voto. Aunque estos resultados sean aceptables para un partido relativamente nuevo, en realidad son la tercera fuerza nacional. Por otro lado, el AfD no podría forma una coalición tan fácilmente con el resto de partidos. De hecho, el mayor apoyo a este partido solo conlleva un mayor bloqueo político, en ningún caso un cambio en las políticas.
Gráfico 2: El partido Alternativa para Alemania sigue de cerca al resto de partidos
Fuente: INSA; con fecha de 9/5/2016
En ambos países, el resto de partidos políticos han empezado a reforzar su propaganda en contra de los votos populistas anticipando las elecciones. Por ejemplo, piensen en el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (el TTIP) con Estados Unidos: Sigmar Gabriel, el vicecanciller alemán, posiblemente el candidato a canciller del Partido Socialdemócrata, afirmó que las conversaciones sobre el TTIP han fracasado, y Françoise Hollande retiró el apoyo a que se firme el acuerdo antes de que acabe el año. Ambos gestos indican su voluntad de querer contentar a sus votantes.
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[i] Fuente: FactSet, con fecha de 9/9/2016.
[ii] Fuente: FactSet, con fecha de 6/30/2016.
[iii] Fuente: Banco Mundial, con fecha de 9/12/2016.