
Los títulos de Endesa cuentan con la rentabilidad por dividendo en efectivo más elevada del Ibex -del 6,8%, inferior a la de Telefónica, del 8%, pero de la que parte se efectúa mediante acciones- y se mantienen en verde en el año. Sin embargo, la 'utility' española es una de las cinco compañías del Ibex 35 con consejo de venta y es la cuarta por la cola de la Liga Ibex de elEconomista (la herramienta que clasifica a las compañías del índice español en función de las recomendaciones combinadas de FactSet y 'Bloomberg' y que se publica cada sábado).
Además, su subida del 2,7% en 2016 ha llevado a que sus acciones coticen un 2% por encima de un precio objetivo que los analistas establecen en los 18,56 euros. Víctor Peiro, director de análisis de GVC Gaesco Beka, encuentra la justificación a que cuente con consejo de venta por "la idea de que los valores defensivos lo harán mal cuando se eleven los tipos de interés, algo que no preveo".
El viento ha soplado a favor de Endesa en 2016. Sus beneficios se dispararán, según las estimaciones de Javier Esteban, analista de Banco Sabadell, un 23% este año hasta los 1.334 millones de euros -cifra superior a los 1.200 millones que estimaba la propia compañía en junio del año pasado-, impulsado "por la buena evolución del negocio liberalizado, reforzado por los menores precios del mercado mayorista" (allí donde los productores venden la cantidad generada a las firmas que luego se encargan de la distribución a los hogares).
Esta situación beneficiará notablemente al segmento de la distribución, ya que el analista de Sabadell prevé que aporte 1.879 millones de euros al beneficio bruto, lo que supone un crecimiento del 20% respecto a 2015. Además, la rama orientada a la generación, lejos de verse penalizada por los bajos precios a los que posteriormente se vende la energía, también se elevará un 12% este año. La causa se encuentra en que, como resalta un informe de JPMorgan, la utility tiene asegurado un precio de venta de 63 euros MWh para el 80% de su producción, lo que le permite sortear el entorno de bajos precios. A todo ello se une la anulación de la tasa nuclear de la Generalitat de Cataluña, que tendrá un impacto de 63 millones de euros en sus beneficios.
Sin embargo, el viento dejará de soplar a favor el próximo ejercicio y los resultados de la utility española volverán a sus niveles normales. El consenso de analistas prevé que finalice 2017 con unos beneficios de 1.187 millones de euros. Como apunta Javier Esteban, "el mayor riesgo se encuentra en su segmento liberalizado, que en este año se ha visto beneficiado por unos precios del pool bajos", situación que se prevé que se revierta, al menos parcialmente, el próximo año.
Esta situación podría debilitar un margen unitario que en el primer trimestre rondó los 23 euros por MWh, y llevarlo hasta niveles inferiores como los 20,3 euros por MWh del año pasado. Dentro de su objetivo de ensanchar ese margen se encuentra su plan de reestructuración de una plantilla que se ha saldado con la salida de 1.085 trabajadores y que, entre 2014 y 2015, ha supuesto un ahorro de casi 100 millones de euros.
Incursión en el mundo verde
Su excesiva orientación hacia las energías tradicionales -el gas natural y la nuclear aportan conjuntamente el 82% de la electricidad generada- ha supuesto una losa para Endesa, que ha pasado de ser la octava más grande del mundo por valor en bolsa en 2005 a ocupar el puesto número 19, cediendo el cetro nacional a Iberdrola.
Sin embargo, la compañía ha dado su primer paso para consolidar su incursión en las renovables con la compra del 60% de la participación que todavía no controlaba de Enel Green Power. La operación impulsará sus beneficios un 2% a partir de 2017, según datos de la compañía. Peiro valora positivamente la operación "porque la actividad de renovables irá en aumento en España y, además, la gestión conjunta del parque de generación tradicional junto al eólico ayuda a optimizar el coste de generación y el margen de venta". Javier Esteban, por su parte, prevé que la operación eleve su ebitda en "175 millones de euros anuales", aunque advierte que no empezará a dar sus frutos hasta el año 2018.
Sin embargo, el precio pagado -1.207 millones de euros-ha llevado a que su deuda neta multiplique por 1,7 veces su ebitda, frente a las 1,3 veces a las que cerró 2015. Tal y como señalan desde JP Morgan, el CEO de Endesa, tras ser preguntado sobre si este movimiento tendría alguna repercusión sobre una política de dividendos basada en un pay out del 100% señaló que "esta sería actualizada en la revisión estratégica de noviembre".