
España ocupa el penúltimo puesto en el índice que elabora Aegon para medir cómo están de preparados para la jubilación hasta quince países. Es una de las conclusiones que se desprende del último estudio de la aseguradora, en el que se pone de manifiesto que la India y Brasil son los que mejor se preparan para este fin y Japón, el que peor.
Con un sistema público de pensiones en aprietos, la quinta edición de este estudio realizado entre 16.000 personas revela que solo el 27% de los españoles ahorra de manera habitual pensando en su jubilación -dato en línea con los últimos años-, frente al 38% de la media internacional. "A diferencia de otros países, en España muchos ciudadanos están convencidos de que podrán dejar de trabajar al alcanzar la edad estipulada y mantener un bienestar similar al de la etapa laboral", señala Jaime Kirkpatrick, consejero delegado de Aegon.
Con una tasa de paro del 20% y un sistema laboral cada vez más precario, ahorrar se torna muchas veces complicado. Sin embargo, en opinión de Kirkpatrick "no es necesariamente verdad que la población con menos ingresos es la que menos ahorra". La clave está en "ahorrar con la parte del consumo a la que uno puede renunciar". Sin embargo, algunos de los factores que provocan que ese ahorro se haga efectivo son un aumento de sueldo (43%), un entorno económico estable (34%), una política fiscal favorable para los productos de ahorro a largo plazo y planes de pensiones (24%) o un plan de pensiones privado por parte de la empresa (18%).
De los quince países encuestados, los españoles son los que más esperan de su gobierno y calculan que éste aportará hasta el 64% de sus ingresos cuando se jubilen, muy por encima de la media global del 46%. Esperan mucho menos de sus empresas que la media global y también menos de su ahorro e inversiones propias. Sí que es cierto que, por grupos de edades, la expectativa que tienen los jóvenes de entre 20 y 29 años de que el Estado sustente sus ingresos cuando se jubilen cae al 45%.
A futuro, "el sistema público va a sobrevivir con una pensión mínima pública", opina el economista José Carlos Díez, de ahí la importancia de complementarla con sistemas privados. A día de hoy solo un 23% de los encuestados reconoce tener un plan alternativo de contingencia al que recurrir en caso de que no puedan seguir trabajando antes de alcanzar la edad de jubilación. Ese plan alternativo pasa por ahorros (54%), ayuda del cónyuge (26%), pensión del gobierno (22%) o herencia (21%).
El papel de las empresas
A esa falta de concienciación con la jubilación ayudaría un mayor compromiso por parte de las empresas. Aunque son los vehículos más idóneos para animar a ahorrar para la jubilación, solo el 21% de los españoles siente que en su lugar de trabajo recibe suficiente información y ayuda para planificar correctamente su jubilación frente al 49% que dice no recibir ningún tipo de servicio al respecto.