
El Ibex cerró el mes anotándose una subida del 1,51%, y con él, uno de los agostos más tranquilos que se recuerdan. Impulsado por el rebote del sector bancario, este mes ha sido el más alcista desde 2012 -las bolsas europeas celebraron entonces las palabras de Mario Draghi, presidente del BCE, asegurando el futuro del euro-, y el cuarto en lo que va de siglo. Sin embargo, aún está muy lejos de recuperar lo perdido durante el año -se sitúa a un 8,4% de los 9.544 puntos con los que comenzó el 2016-.
Algo más de dos meses después del Brexit, el Ibex ya está a un 1,93% de cerrar la hecatombe de aquel cisne negro -ese día se vivió la peor jornada de la historia para el selectivo español con un desplome del 12,35%-. Es, junto a las bolsas italiana -que está a un 6%- y francesa -a un 0,62%-, la única que todavía no ha recuperado los niveles pre Brexit. Niveles que, de hecho, son los que debe alcanzar el Ibex para confirmar el cambio de tendencia, según explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
El sector metalúrgico ha sufrido una seria corrección durante el mes. ArcelorMittal y Acerinox han cedido en agosto un 7,9 y un 7%, respectivamente, aunque siguen siendo de los más alcistas en lo que va de año. Las firmas del selectivo que mejor comportamiento han tenido en este periodo han sido Técnicas Reunidas, que se ha anotado un 16,5%, y Mapfre, cuyos títulos se han revalorizado un 10,54% este mes.
Calma en Europa
El Viejo Continente, al igual que el parqué de Madrid, ha vivido un mes de agosto sin sobresaltos, a la espera del plebiscito sobre la reforma del senado italiano de Matteo Renzi. Así, el EuroStoxx se ha anotado un 1,08%, gracias, sobre todo, al sector bancario, el más alcista del mes en Europa -ha rebotado un 8,8%-.
Sólo el Dax alemán se ha revalorizado más que el Ibex en agosto, con un alza del 2,47%. Londres y Milán han vivido un mes ligeramente alcista, anotándose un 0,88 y un 0,57%, respectivamente. Por su parte, el Cac ha sido el único de los principales índices europeos que ha cerrado en rojo, cediendo un 0,04%.
Al otro lado del Atlántico, los principales indicadores han cedido en torno a medio punto porcentual en un mes marcado por las encuestas pre electorales, las cuales señalan como favorita para la Casa Blanca a Hillary Clinton. Si se confirma que el S&P cede los 2.166 puntos, puede bajar hasta los 2.100 en los que se encuentra el soporte clave. Joan Cabrera avisa de que "perder este suelo podría empujar a los índices europeos hacia los mínimos de principios de mes".
Mucho más tenues han sido las ganancias en renta fija europea, comparadas con meses anteriores. El bono español a una década se ha quedado plano, al cerrar su rentabilidad en el 1,01% (ésta cae cuando el precio sube). Eso sí, agosto ha sido el escenario de un hito: por primera vez en la historia el interés exigido al papel español a 10 años cruzaba la barrera del 1%. Lo hizo el pasado 8 de agosto, aunque el mínimo histórico lo marcó diez jornadas más tarde, en el 0,916%, justo el día en que la prima de riesgo, que mide la diferencia de rentabilidad entre el bono español a 10 años y su homólogo germano, bajaba por debajo de 100 puntos por primera vez desde abril de 2015, celebrando el acuerdo entre C?s y PP para negociar un sí a la investidura de Rajoy.
Petróleo y oro, cara y cruz
La evolución del petróleo y el oro, que avanzan en positivo en lo que va de año, ha sido bien diferente. Mientras que el primeri se apuntó un alza del 10,6% en agosto, pese a poner fin a su escalada y desinflarse en las últimas sesiones hasta ceder el nivel de los 50 dólares, el preciado metal cerró agosto con una caída del 3,3% hasta los 1.311 dólares. Se trata del segundo mes de 2016 que el oro cierra en negativo, aunque este descenso no borra el rally alcista que ha experimentado en el año, en el que repunta un 23,7%.