
Desde que el pasado 19 de julio Enagás diera el pistoletazo de salida a la temporada de resultados del Ibex 35, su potencial de subida se ha contraído un 1% en base a la caída, a su vez, del precio objetivo. Ocho sesiones atrás el selectivo nacional contaba con un recorrido por delante superior al 13,5%, hasta batir los 9.638 enteros en los que se situaba el nivel óptimo, según Bloomberg. Hoy, ese potencial se ha reducido un punto porcentual, hasta el 12,5%
Básicamente porque el precio objetivo actual se encuentra en los 9.570 puntos -ya que la otra variable, la cotización real del Ibex, está en niveles muy similares tras la caída del jueves-. De ser cierta la meta a alcanzar sería lo mismo que decir, con otras palabras, que dentro de un año el Ibex siquiera será capaz de superar por la mínima los 9.544 puntos a los que cerrara el ejercicio 2015. Todo un año de vaivenes para, en resumen, nada.
Resultados en línea
La mitad de las firmas del Ibex ha presentado ya sus cuentas ante el mercado. Y, frente al pesimismo que reinaba entre los analistas tras el Brexit, el balance, hasta la fecha, es de unos resultados en línea con las expectativas, según Bloomberg. "Si la situación sigue así, con unas cifras ligeramente mejores de lo esperado, esto podría suponer un impulso para el Ibex", asegura Álvaro Blasco, director de ATL Capital. "Aunque hay de todo", arguye Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG. "Los de Santander aportaron, sin duda, bastantes puntos al Ibex, pero los de Telefónica y Repsol (en la sesión de este jueves) le restaron otros muchos, unidos también a los de Banco Sabadell. En términos generales, no están ayudando demasiado al Ibex 35" y, de ahí, que su diferencia respecto al Dax -en 1.800 puntos- "esté cerca de ser histórica".
Si se hace balance de las 18 compañías que ya se han confesado ante el mercado, Repsol es aquella que ha supuesto una mayor decepción. Su resultado neto -en 205 millones de euros de abril a junio- estuvo un 38% por debajo de lo estimado por el mercado. Y lo pagó en bolsa, al caer un 2%. Nada que ver con el castigo de los inversores a Telefónica quien, a pesar de haber presentado unas ganancias en línea con las estimaciones (693 frente a 701 millones en el segundo trimestre, según Bloomberg) llegó a desplomarse en bolsa más de un 5,7%. De Banco Sabadell también se esperaba más; en concreto, un beneficio neto un 27% superior a los 173 millones que presentó a cierre del segundo trimestre. Al igual que de Dia. Sus ganancias estuvieron un 17% por debajo de los 41 millones que estimaba el consenso (hasta los 34,2 millones).
La cara opuesta viene protagonizada por grandes del mercado como Banco Santander que, a pesar de la presión sobre los márgenes, sorprendió positivamente al mercado, gracias a sus 1.646 millones de beneficio neto en el segundo trimestre. Y lo mismo sucedió con Iberdrola. Batió por un 2% las expectativas con unas cuentas que los expertos de Banco Sabadell calificaron de "sorpresa muy positiva" -de 588 millones de euros-. Al mismo tiempo, limitaron un posible impacto del Brexit en sus cuentas a un 5% de su beneficio bruto (su exposición a Reino Unido supera el 20%).