
"Con los bancos nos gustaría ser más positivos pero la realidad al respecto sigue siendo dura", escribía esta semana a sus clientes Iván Martín, director de inversiones de Magallanes Value Investors. "Las razones históricas que nos llevaron a evitarlo hasta ahora siguen vigentes", añadía.
Se refiere al amargo cóctel explosivo de tipos de interés bajos, ausencia de crecimiento del crédito y balances cargados de bonos de gobierno. "Todo esto retroalimenta el mal crónico de la banca, falta de generación de beneficios saludables y mala capitalización".
Las cotizaciones del sector dejan claro que muchos gestores tienen esta misma visión. En Europa, los bancos copan la lista de valores con peor comportamiento del índice Euro Stoxx 50, sobre todo por las caídas del Deutsche Bank y los bancos italianos.
En España, el desastre en las cotizaciones del sector también resulta evidente: Santander, el valor que más españoles tienen en sus carteras, más de 3,5 millones de accionistas, retrocede un 42% desde hace un año, mientras BBVA se deja un 45%. Aún cae más a ese plazo Caixabank, casi un 50%, aunque todavía lejos del gran desplome de Popular tras su ampliación de capital reciente.
¿Unas caídas excesivas? Los gestores reconocen que "todo tiene un precio", como explica Miguel Jiménez, gestor de Renta 4 Pegasus. También esta semana Beltrán de la Lastra reconocía que las valoraciones de algunas entidades del sector "empiezan a ser atractivas", aunque todavía se mantiene fuera del sector en sus carteras. "Puede que los riesgos asociados a un aumento de la regulación empiecen a llegar a su fin, aunque todavía persisten los relativos al negocio y los relacionados con la aparición de competidores procedentes del mundo fintech", explicaba De la Lastra.
Este último también lo menciona Iván Martín en su carta a inversores: "Gracias en gran medida al avance de la tecnología y a la liberalización del sector, es posible entre otras cosas, realizar pagos con dispositivos móviles, comprar fondos de inversión o contratar seguros de vida fuera del circuito de la banca". En su opinión, el modelo tradicional del sector está en claro riesgo de disrupción por la transformación de negocio que nuevos jugadores de mercado están llevando a cabo".
En este contexto, se avecinan días clave para el sector. Por un lado, los resultados de los test de estrés para el sector en Europa, que podrían poner número a las necesidades de capital que se rumorean en el sector para muchas entidades. Por otro, la reforma del sector financiero en Italia, "que se tiene que realizar sí o sí", como afirma Lucía Gutiérrez-Mellado, subdirectora de Estrategia de J.P. Morgan AM para Iberia.
Quizá de estos eventos resulte que haya algunos gestores que empiecen a tomar posiciones o no, si las sorpresas no son tan negativas como parece temer el mercado. "Si nos fijamos en los bancos españoles (lo que nadie quiere hoy) podemos ver que cotizan en niveles más bajos que en 2008 o 2012. ¿Es la situación hoy peor que en 2008 cuando la economía mundial estaba en recesión? ¿y cuando el mercado reflejaba una posible ruptura del euro?", explicaba en su grupo en Unience. "Consideramos que a pesar del escenario de tipos negativos la situación hoy de la banca es mejor, una vez que han hecho provisiones récord durante los últimos años", sentencia.