
La semana arrancaba con el mismo tono con el que acabó la anterior tras experimentar el viernes, al conocerse el triunfo del Brexit, la mayor caída de su historia de más de un 12%. El lunes las pérdidas se seguían imponiendo. Sin embargo, desde el martes la situación se fue revirtiendo permitiendo al índice español cerrar su mejor semana del año. El Ibex 35 ha avanzado un 6,18%, lo que le ha llevado a los 8.268,9 puntos.
Joan Cabrero, jefe de estrategia de Ecotrader, cree que "seguimos entendiendo que hay que esperar a que se corrija parte del rebote para buscar ahí una ventana de compra que sirva para seguir aumentando la exposición a bolsa". Con las caídas del día posterior al referéndum británico, Ecotrader amplió la suya en cinco puntos a través de bolsa europea, hasta el 37,5%.
Para Victoria Torre, responsable de desarrollo de contenidos, productos y servicios de Self Bank, las alzas se han producido "alentadas por la subida de Wall Street (que el lunes no abrirá sus puertas por el día de la Independencia) y la predisposición de los bancos centrales a limitar el impacto del Brexit". La libra continúa en caída libre convirtiéndose en la divisa más bajista de la semana coincidiendo con que el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, aseguró que la institución tendrá que intervenir este verano bajando tipos como consecuencia del Brexit. "Es probable que se requiera cierta relajación de la política monetaria", apuntó.
Pero no sólo el Banco de Inglaterra adquirió protagonismo sino que fue el Banco Central Europeo el que dio alas a la renta variable del Viejo Continente. Y es que el martes el presidente de la entidad, Mario Draghi, indicó que la salida de Reino Unido de la UE costará sólo 5 décimas de crecimiento del PIB en los próximos tres años.
Sin embargo, ha sido la especulación de que cambiará las reglas de su programa de compra de deuda lo que más ha contribuido a las subidas. El mercado está cotizando que el BCE flexibilizará su programa de compra de bonos soberanos. En palabras de Torre, la entidad "podría empezar a comprar más bonos de países periféricos y menos de los países más solventes". Las reacciones no se han hecho esperar y el mercado de deuda tampoco se ha escapado de los rumores, por lo que quien el pasado viernes tuviera bonos españoles a 10 años ha sumado una ganancia del 4,36%.
Toda esta gasolina alcista que ha inundado al mercado ha sido suficiente para que se pasaran por alto dos acontecimientos muy preocupantes. Por un lado, el gigante asiático devaluó el yuan con respecto al dólar en casi un 1%, su nivel más bajo desde finales de 2010. Con ello, el banco central chino fijó su valor en 6.6375 yuanes por dólar, un 0,91% menos que el viernes pasado, según datos del sistema de divisas extranjeras chino.
Se trata de la rebaja más importante desde la devaluación de agosto del año pasado, de casi un 5% en una semana y precedió al crash chino de la bolsa. Por otro lado, se dio a conocer el Índice de Gerentes de Compras del sector manufacturero chino de Caixin, que mostró una caída hasta los 48,6 puntos en junio frente a los 49,2 de mayo. Ambas lecturas están por debajo de 50 puntos, lo que indica un deterioro del sector.
Dicho deterioro tampoco hizo mella en el mercado de recursos básicos con el Bloomberg Commodity Index, que pondera la cotización de las materias, cerrando su mejor semana desde abril al subir más del 2,8%. El Brent se ha revalorizado alrededor de un 3,3% en la semana, atacando la zona de los 50 dólares y el oro concluye su quinta de ascensos, su rally más prolongado desde julio de 2014.