Cesiones generalizadas en las bolsas europeas en una sesión en la que ha tomado cuerpo la caída que ya sugerían las líneas de vela que desplegaron ayer los principales índices del Viejo Continente. El Ibex 35, que osciló entre un máximo de 9.033 y un mínimo de 8.880 puntos, también optó por consolidar. El volumen negociado ascendió a poco más de 1.200 millones.
Los expertos de Ecotrader señalan que estas caídas están sirviendo para que se ajuste el último tramo al alza que desarrollaron las bolsas europeas durante la semana pasada.
"No nos sorprende en la medida que en la última subida no se consiguieron romper resistencias significativas como las que presentaba el Ibex 35 en la zona de los 9.150 puntos", comentan los citados analistas.
Con todo, el índice de la bolsa española ha conseguido mantener abierto el hueco que abrió a partir de los 8.918 puntos y, de momento, permanece por encima de la directriz alcista que discurre por los 8.800 puntos.
Y es que para que exista un deterioro que ponga en jaque las posibilidades alcistas del selectivo español es preciso que estos soportes se pierdan.
En la agenda del día, el sector manufacturero español siguió creciendo en mayo, según el índice PMI, pero la tasa de incremento era la más baja desde octubre, presionada por el descenso de los nuevos pedidos, lo que alentaba las preocupaciones de que el crecimiento podría haber tocado techo.
Asimismo la OCDE ha revisado al alza su previsión para la economía española este año, que deberá crecer un 2,8%, una décima más de lo que había anticipado en noviembre y de lo que espera el Gobierno, pero recortó la de 2017 en dos décimas para dejarla en el 2,3%.
En la sesión destacaron las caídas de Sacyr (-4,76%) y de IAG (-3,56%), mientras que en el lado opuesto Banco Popular repuntó otro 7,3%. En cuanto a los grandes valores, Banco Santander se dejó el 2,77% y le siguieron Telefónica (-2,16%), BBVA (-2,01%), Iberdrola (-1,56%), Repsol (-1,3%) e Inditex (-0,49%).
