
La minorista para adolescentes Aeropostale mordía el polvo el pasado 4 de mayo después de registrar una caída del 16% en sus ventas durante su trimestre fiscal más reciente. Dos meses antes, la minorista de ropa deportiva Sports Authority, corría la misma suerte, como también ocurrió hace un año con Caché, la cadena de tiendas femeninas, que tuvo que recurrir al cobijo del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras estadounidense para reestructurar pagos. Una epidemia que no sólo comienza a contagiar a establecimientos de tamaño medio u orientados a un público adolescente en particular, como demuestran los 15 meses de caídas de ventas registrados por Gap Inc., cuya deuda ya es considerada como basura por Fitch Ratings.
"Cuando miramos las tendencias económicas no estamos seguros si la situación actual imita la dinámicas vistas en 2008", advertía durante la conferencia para analizar los resultados trimestrales de Macy´s, su directora financiera Karen Hoguet. "No pensamos que el consumidor estadounidense vaya a gastar más de lo que ha hecho hasta ahora en lo que queda de año, por eso intentamos que cuando salga de compras lo haga en nuestros establecimientos", matizaba previamente el consejero delegado de la compañía, Terry Lundgren. Precisamente, tras rebajar sus previsiones de beneficio para el resto del año hasta una horquilla de entre 3,15 y 3,40 dólares, sus títulos iniciaron su mayor descalabro bursátil desde la crisis financiera.
Mejor ahorrar que gastar
"La retórica sobre una posible recesión vuelve a copar el mercado", avisa Sam Stovall, estratega jefe de S&P Capital IQ, quien no sólo menciona la recesión que ya sufren los beneficios de las firmas del S&P 500, sino también "la debilidad de las ventas minoristas", así como un crecimiento global anémico y la amenaza de un renovado proteccionismo. Factores que pesan sobre la psicología del consumidor, que pese a estar ahorrando dinero en gasolina, ante el abaratamiento del crudo, decide no gastarlo. El gasto se ha debilitado durante tres trimestres consecutivos, mientras la economía de EEUU crecía un tísico 0,5% en el primer trimestre.
"Muchas familias de ingresos medios y bajos todavía no sienten los beneficios de la mejora económica", advierte Mark Zandi, economista jefe de Moody´s Analytics. "Hasta no hace mucho, el incremento salarial ha estado estancado en el 2% interanual, por lo que los salarios medios reales no han avanzado en casi una generación", justifica este experto. Un hecho que se deja sentir de lleno en entre las minoristas y sus cotizaciones. Si durante la jornada del miércoles, tras el fiasco de Macy´s y Fossil, el sector en su conjunto sufrió su peor sesión en más de cinco años, el S&P Retail Select Industry Index, que incluye 97 valores, acumula pérdidas del 3,59% en 2016, pese a incluir minoristas online como Amazon. En el último año, este indicador ha borrado el 15,7% de su valor.
"Las tendencias de ventas nunca llegaron a recuperarse tras el traspiés del pasado mes de agosto y las inusuales temperaturas registradas entre diciembre y febrero", aclara Matthew R. Boss, analista de JP Morgan en Nueva York. Recordemos que, precisamente, el pasado verano Macy´s instigó una corrección entre los valores minoristas que se contagió también entre gigantes de consumo básico. Al fin y al cabo, los expertos estiman que el gasto discrecional en salud, seguros, educación y vivienda se comió un 4% más de los ingresos de los consumidores el año pasado cuando se compara con los niveles registrados a comienzos de siglo. Esto ha reducido el gasto en minoristas tradicionales en cerca de 500.000 millones de dólares, es decir, la suma de ventas anuales que acumulan titanes como Wal-Mart y Costco. El cierre de establecimientos se ha convertido en el pan nuestro de cada día para las minoristas patrias. Wal-Mart, la minorista más grande del mundo, anunció a comienzos de año que echaría el cerrojo a 269 tiendas este año, 154 de ellas en EEUU. Por aquel entonces Gap ya se había deshecho de 175 establecimientos, mientras que Macy´s se sumaba a la lista con el cierre de 36 tiendas. Los almacenes Kohl´s azuzaban en la sesión de ayer el descenso a los infiernos de las minoristas con un desplome del 11% tras una caída del beneficio del 87%.
Los 'riesgos' electorales
Con el consumo posicionado como el único pilar y motor de la economía estadounidense, asumiendo cerca del 70% de la misma, los derroteros que toma el sector minorista desde el verano pasado siguen sin sentar bien al mercado, especialmente en un momento en que el ajuste de inventarios seguirá lastrando la expansión económica; la política monetaria no encuentra su rumbo fijo hacia la normalización y el contexto global apunta a un estancamiento bañado en una tensa calma. Una situación que amenaza con hacer más difícil la rentabilidad de la bolsa americana este año. Tras un turbulento comienzo de año, el Dow Jones acumula una rentabilidad del 1,5% y el S&P 500 suma alrededor de un 0,7%. Beneficios que penden de un hilo, sobre todo, si los estadounidenses siguen pensándoselo dos veces antes de ejercitar sus carteras, algo que seguirá marcando la tendencia este año a medida que riesgos globales, como el Brexit, o domésticos, como el resultado de las próximas elecciones presidenciales de noviembre, siguen tomando forma.