Bolsa, mercados y cotizaciones

El yen es un samurái frente a todas las divisas del G-10

  • El Nikkei sufre las alzas de la moneda y cae más de un 15% en 2016
  • La no bajada de tipos del Banco de Japón provoca el alza de la divisa

Este año parecía que iba a ser del yen. La divisa japonesa se colocaba como la más alcista pero el mes de abril trasformaba el escenario y el dólar canadiense lograba arrebatar este puesto a la moneda nipona. Esto volvió a cambiar gracias al Banco de Japón que, al no incrementar su política monetaria, alzó al yen a recuperar su posición subiendo más de un 3,6% frente al dólar de Canadá.

El yen actúa como refugio cuando hay incertidumbre en los mercados. Aunque más que activo refugio, es el valor al que acuden los inversores japoneses cuando la renta variable del resto del mundo no pasa un buen momento. Las pérdidas de hasta el 14% que registraron las bolsas en el año auparon a la moneda. Pero, con el rebote que experimentan desde febrero, ha perdido brillo. A todo ello se suma el fin del año fiscal de Japón de marzo. Según Miguel Ángel Rodríguez, de Ethical Finance Institute, "las empresas repatrian beneficios y provocan alzas en el yen", en un movimiento muy estacional.

El dólar canadiense es una divisa commodity por la relación de su movimiento con el crudo. Ambos barriles llegaron a ceder durante 2016 los 30 dólares y desde ahí rebotan más de un 60%. Con él, las divisas commodity también se han movido al alza. Rodríguez confirma esta teoría al indicar que "la correlación entre el dólar canadiense y las materias primas, sobre todo el petróleo, es muy fuerte y ha sido el crudo el que le da fuerza".

Pero, además del crudo o las bolsas hay un tercer factor: los bancos centrales. En palabras de Albert Enguix, analista de GVC Gaesco, "elpetróleo y las materias primas, no son variables tan determinantes en el cruce de la divisa como lo son los tipos de interés o las expectativas de política monetaria".

El Banco de Japón parece estar abocado a rebajar los tipos de nuevo. Su gobernador, Haruhiko Kuroda, aseguró que existen preocupaciones entre los funcionarios de la entidad porque las alzas de la moneda podrían afectar a su economía. Pese a ello, en su reciente encuentro la entidad ha mantenido intacta su política expansiva aunque ha retrasado su objetivo de inflación del 2% por lo menos hasta entrado 2017 o incluso principios de 2018. Un elemento clave también para Rodríguez que considera que "antes o después la entidad bajará más los tipos o incrementará la base monetaria, incluso podría haber una intervención directa desde el Gobierno, por lo que el yen tenderá a debilitarse".

Por el contrario, el Banco de Canadá optó por mantener su tasa de interés interbancario en 0,5% en su último encuentro al estimar que la economía global crecerá un 3% en 2016 y un 3,5% entre 2017-2018. Además, señaló que "se espera que la economía estadounidense alcance su momentum en 2016".

Sin embargo, Rodríguez también señala que el recorrido esperado para el dólar de Canadá tampoco es muy elevado. El petróleo vuelve a ser el motivo ya que "pese a la especulación con su precio, por fundamental no le quedan muchas alzas lo terminará debilitando a la moneda".

Frente al dólar las dos logran revalorizarse en 2016 más de un 8% siendo más pronunciado el avance del yen. Es precisamente en el cruce del yen con el billete verde donde deben fijarse las autoridades monetarias japonesas, señala Enguix que estima que "habrá un movimiento de depreciación del yen". Lo que se produciría después de que la tendencia de 2016 haya sido de apreciación de la divisa nipona, algo que "sí que es negativo para las empresas japonesas al perder competitividad", concluye. Esto puede observarse en el Nikkei japonés, que desde el 1 de enero pierde más de un 15,2%.

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