
El diferencial entre la rentabilidad que ofrecen los bonos de empresas con calificación crediticia y la de de sus dividendos se ha disparado, hasta el punto de que asistimos a la mayor diferencia entre el interés de los bonos y la retribución de las acciones. Con el rally de las últimas semanas no está claro que la bolsa esté barata, pero los expertos consideran que es la única opción a medio y largo plazo.
Desde que Mario Draghi anunció que el programa de compra de activos del Banco Central Europeo incluiría la adquisición de deuda corporativa con grado de inversión el mercado de deuda ha experimentado un rally notable. De hecho, según los datos de UBS, la semana después del comunicado las emisiones de papel en euros de firmas con grado de inversión alcanzaron los 30.000 millones de euros, la cantidad más alta de la serie histórica. En este contexto, la diferencia entre la rentabilidad por dividendo ofrecida por las compañías y el rendimiento de la deuda de las empresas con grado de inversión se ha disparado y a medio-largo plazo la renta variable se postula como la única alternativa para lograr rentabilidad. Así, los pagos de las firmas con una calificación crediticia de AA rentan de media más de un 4 por ciento y sus bonos en torno a un 0,7 por ciento.
"Encontramos que asistimos a una de las mayores diferencias entre el interés que ofrecen los bonos corporativos y la retribución de las acciones", concluyen desde UBS. "Nuestra preferencia sigue siendo el mercado de acciones", señala, por su parte, Juan Nevado, gestor de los fondos M&G Dynamic Allocation y M&G Prudent Allocation. Así, Nevado indica que las "valoraciones sugieren que hay una oportunidad a medio plazo para los inversores en bolsa con respecto a la liquidez y a algunas partes del mercado de bonos".
Financiación más barata
Una de las consecuencias obvias que está teniendo el entorno de rentabilidades mínimas es la brutal bajada en los costes de financiación de las empresas, si bien el mercado no lo está valorando. Recientemente Telefónica ha emitido deuda a seis años con un cupón del 0,75 por ciento o Unilever ha colocado papel a cuatro años con un rendimiento de solo 8 puntos básicos. "La capacidad de las compañías para financiarse a niveles increíblemente bajos es muy real", destacan desde UBS. Carlos Andrés, director de Inversiones de March Asset Management, explica que hay grandes inversores que se ven limitados a comprar deuda con una calificación crediticia determinada y se ven obligados a acudir a este tipo de colocaciones.
"Es una consecuencia (las bajas rentabilidades en renta fija) de la situación actual de los tipos, es algo muy extraordinario. La pregunta del millón es cuándo se dará la vuelta (...) y quizás el mercado más distorsionado es el de renta fija", concluye Carlos Andrés.
Después de un rally del 12,5 por ciento por parte del Stoxx 600 desde los mínimos del año marcados en febrero, la renta variable no es tan atractiva como lo era hace unos meses. "Ahora ya no es tan evidente que por valoración las bolsas estén baratas, pero no están ni mucho menos caras", explica el experto de Banca March.
No obstante, el PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) del EuroStoxx 50 se queda en las 13,7 con una prima del 20 por ciento frente a la media de los últimos diez años.
Una de las claves para que la bolsa pueda remontar y retomar una senda alcista será que las previsiones de ganancias logren estabilizarse. "Lo que necesitamos ver es crecimiento de beneficios empresariales, que trimestre a trimestre las compañías entreguen resultados conforme a lo esperado o algo superiores", explica Valero Penón, director general de Ibercaja Gestión.
Y es que durante los últimos meses las perspectivas de beneficio de las compañías europeas han sufrido un importante retroceso: hace 12 meses se esperaba que las compañías del Stoxx 600 ganasen más de 700.000 millones y ahora se prevén solo 560.000 millones de euros, un 20 por ciento menos.
Los temores sobre la ralentización económica a nivel mundial han hecho que las perspectivas de crecimiento de las empresas se hayan contraído, pero las estimaciones de los expertos parecen haber tocado suelo. "Los analistas están muy atenazados por una fragilidad, que es real, de las previsiones económicas, pero es posible que estemos ante una sobrerreacción en las perspectivas", apunta Penón. Por su parte, Eduardo Roque, director de inversiones de Mutuactivos considera que "la renta variable es el activo con más potencial de revalorización a medio plazo". "En concreto, estimamos que si el entorno macroeconómico no sigue deteriorándose, los índices bursátiles deberían estabilizarse en niveles más elevados", concluye.