Bolsa, mercados y cotizaciones

Hachazo bajista tras una remontada de 270 puntos: el Ibex 35 vuelve a caer

Volatilidad desatada a la espera de la decisión de la Fed. El Ibex 35 rebotó desde los 10.651,6 puntos del mínimo del día y logró ponerse en positivo tocando los 10.920 para volver a caer. El crudo vuelve a caer con fuerza mientras que, por su parte, Wall Street también empieza con más pérdidas y AIG continúa su desplome perdiendo por momentos un 70%. Cierre del Ibex 35: Día de pistoleros.

"Se mantiene la altísima volatilidad en la renta variable. Esto es una situación normal dentro de procesos bajistas y no hace más que reforzar la idea de que estos momentos son poco aptos para aquellos que buscan cierta seguridad en sus inversiones. Los precios en muchos casos pueden sufrir rebotes del 10% y ser igual de bajistas que en estos momentos", comentaba Bolságora en el flash del intradía de Ecotrader.

"A corto destaca el alcance por parte del Ibex 35 de la zona de los 10650 puntos. Este entorno coincide con un ajuste del 50% de toda la tendencia alcista iniciada el año 2002 y es, por tanto, un punto de giro potencial donde podría aparecer cierta presión compradora. Por debajo del mismo el siguiente retroceso aparece ya en los 9400; que supondría una corrección del 61,80% de esa tendencia alcista desde octubre de 2002, fecha en la que el IBEX reaccionó al alza desde los 5266 puntos", añadían estos expertos.

"Los mercados europeos ya recogieron el lunes gran parte de las caídas después de acogerse Lehman a la protección (contra la bancarrota) y el desplome de Wall Street del lunes lo que está haciendo es impedir la recuperación", dijo un operador a Reuters.

Ayer: desastre

Si no era seguro ver una recuperación aunque Lehman no quebrase, como quebró, llegó el desastre a las bolsas. A pesar de todo, el desplome no fue definitivo en Europa: el EuroStoxx salvó los mínimos anuales (el Ibex no, como saben), lo que hizo a muchos concebir esperanzas de ver un cierto rebote, e incluso de que estuviéramos en un suelo. La condición era que Wall Street lo permitiera.

Pero no lo permitió. No sólo no fue capaz de recuperarse de sus pérdidas iniciales, sino que las agravó al cierre hasta acabar con el mayor desplome diario desde la primera sesión posterior al 11-S de 2001.

El Dow Jones se derrumbó el 4,42%, el S%P 500 se hundió más todavía, el 4,71%, y el Nasdaq lo hizo algo mejor con una caída del 3,61%. Por supuesto, los índices perdieron sus soportes críticos. Así que las esperanzas desaparecen y todo apunta a una nueva sesión de sufrimiento en Europa, al menos durante la mañana. Si Wall Street rebota hoy podemos tener cierto alivio por la tarde. Pero, tal como están las cosas y a la vista del control absoluto que ejercen los bajistas, no será más que un alivio pasajero antes de seguir cayendo. Salvo que Bernanke llegue al rescate.

Esta tarde tendremos una reunión de la Fed para la que no se esperaban movimientos a priori, sino tan sólo pistas sobre si el banco central mantiene su discurso antiinflacionista o lo relaja a la vista del empeoramiento de la economía. Pero vista la enorme gravedad de la crisis financiera, son muchos los que sugieren (o más bien desean) que Bernanke podría bajar hoy los tipos para lanzar un mensaje de tranquilidad, como hizo en septiembre del año pasado. Claro que aquel mensaje sólo tuvo un efecto temporal, en vista de cómo están las cosas un año después en Wall Street.

Aparte de la Fed, hoy tendremos el IPC de agosto, un dato normalmente de la máxima importancia pero que hoy seguramente pasará bastante desapercibido. Se espera que se mantenga sin cambios y que la tasa subyacente suba el 0,2%.

Pero toda la atención seguirá puesta en el sector financiero. Ayer, aparte del pánico por la quiebra de Lehman, AIG se hundió una catastrófico 60,8% por la posibilidad de que no obtenga la liquidez necesaria para sobrevivir pese a que le autorizaron a coger activos de sus filiales por 20.000 millones, Washington Mutual cayó el 26,7% tras admitir conversaciones con JP Morgan para su rescate y Bank of America cayó el 21,3% tras la compra de Merrill Lynch. También comenzaron las apuestas sobre quién será el próximo banco de inversión en caer. De momento, va ganando Morgan Stanley, que anoche cayó el 13,5%.

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