Si hay algo que ha quedado patente en la última semana es que el ganador en el mercado de divisas de las últimas semanas es la volatilidad. Las medidas de estímulo monetario llevadas a cabo por el Banco Central Europeo han generado fuertes vaivenes entre las principales divisas del mundo.
"La expansión de las medidas de estímulo monetario por parte del BCE deberían ejercer gran presión a la baja sobre el euro a lo largo de 2016", aseguran desde Ebury. Sin embargo, tal y como asegura José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi enEspaña, "a corto plazo el momentum para la moneda europea ha sido alcista, es decir, hay una valoración del mercado contradictoria".
La debilidad del euro es una de los factores con los que se cuenta para reactivar la economía de la eurozona. Una menor fortaleza de la moneda única en los cruces con el dólar, la libra o el franco suizo se traduce en una mayor competitividad de las exportaciones en euros, lo que impacta en los ingresos de las compañías que más negocio consiguen fuera de la eurozona y favorece a sectores como el del turismo y los viajes.
IAG y Ryanair son dos de las compañías que, en este sentido, se pueden ver más afectadas. Los ingresos de la irlandesa proceden en cerca de un 30% de Reino Unido mientras que los ingresos procedentes de fuera de la eurozona del holding angloespañol rondan el 45%. Para este tipo de compañías con sede social en la eurozona, un euro débil genera un efecto positivo, ya que, al convertir a su moneda base -el euro- los beneficios obtenidos en el extranjero a un tipo de cambio más favorable, obtienen unas ganancias mayores.
Compañías como Daimler, que consigue un 54% de sus ingresos lejos de la eurozona -un 22,6% en Asia, un 28% en Estados Unidos y el resto entre Latinoamérica y otros mercados- también se ven favorecidas por la debilidad del euro, que, al depreciarse por ejemplo frente al dólar, incrementa la competitividad vía divisa de sus vehículos. Para Renault, el impacto es menor, pues solo consigue un 18,8% de su cifra de negocio total fuera de Europa. La también francesa Capgemini, por el contrario, muestra una mayor diversificación geográfica, su mayor mercado es el estadounidenses -donde consigue un 25% de sus ingresos-, pero el resto de su negocio está muy repartido entre Reino Unido, Francia, Alemania o Asia.
Más indiferentes a la volatilidad que la incertidumbre inocula en el euro podrían mostrar la aseguradora Axa, para la que Francia es su mayor fuente de negocio y el 50% de sus ingresos son en euros; o la eléctrica Engie, dado que, en su caso, un 75% de su cifra de negocio total lo consigue dentro de la eurozona.