
Durante la sesión del jueves todas las miradas están fijas en Fráncfort, donde se espera que Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), anuncie nuevas medidas de estímulo para la eurozona. Prácticamente todos los expertos prevén que el banquero italiano recorte la tasa de depósito -lo que el BCE cobra a los bancos por aparcar su dinero-.
Uno de los puntos clave de esta decisión es que aquellos bonos cuya rentabilidad se queda por debajo de la facilidad de depósito no pueden ser adquiridos por la máxima autoridad monetaria. Actualmente esta tasa se queda en el -0,3%, el mercado descuenta que caerá hasta el -0,4% y algunos expertos no descartan que el recorte sea de 20 puntos básicos, hasta el -0,5%.
Aproximadamente 550.000 millones en bonos de la eurozona cotiza con una rentabilidad por debajo del -0,4%, lo que supone aproximadamente el 9% de la piscina en la que actualmente puede pescar Draghi.
En caso de que el banquero italiano sorprendiese y recortase aún más la facilidad de depósito -se espera que esta siga cayendo, pero el mercado descuenta que un segundo recorte llegará en tras la reunión de junio-, serían más de 285.000 millones de euros en bonos los que la entidad no podría comprar.
Y es que, aunque en las últimas sesiones las compras de renta fija se han relajado sensiblemente, el mercado se ha refugiado en el inicio de año en la deuda ante la fuerte volatilidad que se ha vivido en la renta variable.
"Para muchos inversores, también analistas, las decisiones de los bancos centrales de soportar los precios del mercado son también unos de sus mayores factores de debilidad", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi en España.
Según apunta Campuzano "los bancos centrales añaden liquidez, pero no profundidad al mercado". Además, el experto considera que las condiciones actuales del mercado "conllevan una sobreexposición de los inversores en activos de bajo riesgo, como sería la renta fija, en un entorno de tipos de interés estructuralmente bajos".
Toda la deuda española, al alcance
Después de que España haya sido junto a Portugal el perdedor del primer año del programa de compra de activos, toda la deuda española se encontraría al alcance de Mario Draghi en caso de que decida recortar la tasa de depósito. No obstante, si el banquero no lleva a cabo esta medida, serían 8.500 millones de euros de renta fija española los que no podría comprar, ya que las letras a seis meses cotizan con una rentabilidad por debajo del -0,3%