
Hace un año que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó la compra de deuda soberana. Desde entonces la máxima autoridad monetaria de la eurozona ha empleado 60.000 millones de euros mensuales en adquirir bonos y 366 días después ya hay ganadores y perdedores del mismo. El BCE está acorralado y corre el riesgo de ser el nuevo Banco de Japón.
Según los datos recopilados por Bloomberg, entre los grandes países de la región, Alemania ha sido el principal beneficiado por las medidas del banquero italiano. De este modo, el bono del país teutón se ha apuntado ganancias del 1,7%. Así, la rentabilidad de la renta fija alemana a 10 años ha caído desde el 0,3% al 0,2%.
Por el contrario, España ha sido el segundo país más perjudicado, con la deuda provocando ligeras pérdidas, solo por detrás de Portugal, que ha generado menoscabos de casi el 5%, según recoge la agencia de noticias económicas. El interés exigido por el mercado a la deuda española ha pasado del 1,27% al 1,55%. Aún así, en lo que va de año, el bono a 10 años ha provocado beneficios del 1,8%.
La renta fija de solo cuatro países al margen de Alemania ha hecho ganar más de un 1% en los últimos doce meses: la de los Países Bajos, Francia, Irlanda e Italia. En este contexto, la prima de riesgo se ha disparado en 33 puntos básicos, hasta los 134.
Sin ganadores en la renta variable
En el caso de las bolsas no ha habido ningún ganador: los estímulos económicos no han logrado impulsar a la renta variable, que se ha mostrado más preocupada por el miedo a una posible recesión en EEUU y por el debilitamiento de la economía china.
El Cac francés es el índice que menos cae en estos doce meses, al retroceder casi un 10%. Mientras, el EuroStoxx sufre un descenso un 16% y el Dax se deja un 15%. El Ibex 35 es el selectivo que más ha perdido: un 20%, seguido de cerca por el Mib, con un desplome del 19%.
Nuevas medidas
Un año después de que Mario Draghi comenzase su plan de compra de activos (QE), todas las miradas del mercado vuelven a centrarse en el banquero italiano del que todo el mundo espera nuevas medidas tras la reunión que el BCE sostendrá este jueves.
En concreto, el mercado ya descuenta un recorte en la facilidad de depósito -lo que la entidad cobra a los bancos por aparcar su dinero- de 10 puntos básicos, hasta el -0,4%. No obstante, algunos analistas consideran que este podría ser aún mayor y que la tasa se sitúe en el -0,5%.
Además, las previsiones apuntan a un aumento en las compras, que podrían alcanzar los 75.000 millones de euros mensuales. Asimismo, no se descarta que se amplíe en el tiempo o que pueda adquirir deuda corporativa, aunque ambas opciones parecen bastante más improbables.