
El Banco Central Europeo (BCE) sigue "preparado" para volver a actuar. Mario Draghi, el presidente de la institución, lo dejó claro en la última reunión de enero y lo ha reiterado posteriormente cuando ha tenido ocasión. Una de las medidas de estímulo económico a la que puede recurrir nuevamente es a la rebaja de la facilidad de depósito, es decir, los tipos que paga a los bancos por que estos dejen depositado dinero en el BCE. Esta tasa ya se encuentra en negativo, en el -0,3%, por lo que las entidades son las que pagan al banco central, y se baraja que pueda recortarse otra vez en la reunión del próximo 10 de marzo.
Una nueva rebaja para incentivar que la banca canalice el dinero a la economía sin aparcarlo en el BCE tendría graves consecuencias para el sector, cuyo negocio ya se resiente por los bajos tipos. Un recorte de 10 o 20 puntos básicos podría ocasionar una erosión del 5-10% en los beneficios de los bancos europeos, según recoge un informe de Morgan Stanley.
La entidad recalca que desde 2012 han defendido que los tipos en negativo son un "experimento peligroso". Y subraya que una nueva rebaja ya no tendrá los efectos deseados como ocurrió cuando se colocaron en negativo por primera vez.
Según los cálculos de la firma, una bajada de este calibre, que podría dejar la facilidad de depósito en el -0,5%, tendría un impacto de entre 80 y 90 puntos básicos en el ROTE (rendimiento sobre el capital tangible) del sector.
Penalización al sector y caída de previsiones
Los inversores ya han mostrado su preocupación por las dificultades que tendrán los bancos para generar beneficios, teniendo en cuenta la presión que sufrirán en los márgenes. El bancario es el sector que más cae en bolsa este año en Europa. El Stoxx 600 Banks retrocede un más de un 20% en 2016, con las entidades griegas e italianas a la cabeza de las pérdidas. También Credit Suisse y Deutsche Bank se encuentran entre los diez bancos más castigados en el año.
Los analistas también están recortando las previsiones de beneficio para el sector. Ahora se espera que las entidades del Stoxx 600 ganen en torno a 91.400 millones de euros este año, frente a los 114.590 millones previstos hace seis meses. Según estos datos del consenso de mercado de FactSet, la previsión ha caído más de un 20%.
Los recortes en las estimaciones se han extendido hasta 2017. Los bancos no ganarán el próximo año ni siquiera los beneficios esperados para 2016 hace seis meses. Así, las previsiones para 2017 se quedan en 114.400 millones, tras reducirse un 16%.