
Aunque las acciones del Banco Santander acabaron como las cuartas más bajistas de todo el Ibex 35 -cedieron un 3,6%-, lo cierto es que no todo el mundo se dedicó a vender. Según figura en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Ana Botín, presidenta de la entidad, aprovechó precisamente las caídas que sufre el banco en este arranque de ejercicio, superiores al 15%, para comprar este jueves 200.000 acciones más, a un precio medio de 3,97 euros. Lo que significa que la factura ascendió a 800.000 euros.
Las adquisiciones se efectuaron en cinco bloques, siendo el más pequeño de 10.000 acciones y el más grande de 117.162 acciones a unos precios que oscilaron entre los 3,93 y 4 euros. Con la operación de este jueves, Botín pasa a controlar de forma directa 419.828 títulos que se unen a los que suma de forma indirecta (17,5 millones de acciones).
Entre los dos reúne 17,9 millones, que sitúan a la presidenta como una de las principales accionistas individuales del banco, al controlar un 0,121% de su capital. Solo superada por su hermano, Javier Botín, que según consta en la CNMV posee un 0,507% de la compañía.
Su 'trozo' vale 70 millones
Con el precio al que cerró la acción este jueves, de 3,84 euros, la participación que reúne Ana Botín en la entidad alcanza a día de hoy un valor de mercado de unos 70 millones de euros (68,7 millones).
Su compra llega tan sólo un día después de que Santander rindiese cuentas. Ganó 6.566 millones de euros en 2015, pero los analistas esperaban más, unos 6.600 millones de euros.
Las primeras reacciones no se han hecho esperar. En estos dos últimos días hasta cinco firmas han revisado a la baja su precio objetivo, entre ellas NMAS 1, Morgan Stanley o Société Générale. Aún así, el consenso de mercado sitúa su valor teórico en los 5,19 euros.