Bolsa, mercados y cotizaciones

"En 2016 se va a ganar muy poco con renta fija e incluso a perder dinero"

Gestionar la mayor sicav del mercado español, con más de 1.300 millones de euros, no es tarea fácil. Y menos con el 80 por ciento de la cartera invertida en deuda en un año como 2015. Juan Berberana, gestor de Torrenova Inversiones, una sicav menos conocida que la de Koplowitz o Alierta pero en la que invierten más de 500 accionistas, desvela las claves de su gestión para ganar un 2,3 por ciento el año pasado.

En 2015 Torrenova Inversiones ha subido un 2,3%... teniendo en cuenta que un 80% de su cartera está en deuda, ¿cómo lo ha hecho?

Estamos clasificados como un producto de renta fija pero ahora esa parte aporta muy poco, lo que justifica el buen comportamiento es la parte de renta variable. Este año, la cartera de renta fija o liquidez de Torrenova nos puede haber aportado entre un 0,3 y un 0,5 por ciento de rentabilidad del 2,3 por ciento que hemos ganado [llegó incluso a perder dinero durante el ejercicio y supo levantar la rentabilidad].

Entonces, ¿se ha agotado todo el recorrido de la renta fija para 2016?

Queda muy poco recorrido para la renta fija el próximo año. Se va a ganar muy poco e incluso a perder dinero. Al final, cuando ganas muy poco y tienes comisiones de gestión, con que no estés muy acertado en seguida entras en pérdidas. Por eso, en Torrenova hemos reducido la duración de la cartera a este activo. En el mercado de bonos el riesgo no es inminente, hay muy poco que ganar pero la pérdida puede ser potencialmente muy alta.

¿Y cuánto peso le da a la bolsa?

La cartera se compone de un 21 por ciento de renta variable y el resto en renta fija o liquidez. Prácticamente, un 10 por ciento del patrimonio está en liquidez con rentabilidad cero y el resto de la cartera está invertido en el tramo monetario. En la primera mitad del año, con esta situación de represión financiera buscamos asumir algo más de riesgo y llegamos a tener una duración de 1,7 años, nuestro récord. Pero desde verano, la hemos ido reduciendo con los movimientos de tipos en la zona euro.

Pero este año la bolsa ha dado varios sustos...

Arrancó muy bien en primavera, pero en verano se dio un importante batacazo por China. Durante muchos años hemos vivido ajenos a lo que pasaba con la economía china pero ya era hora de que los mercados asumieran que es muy importante. Lo que ocurre en su economía tiene efectos más allá de lo que estábamos acostumbrados. Antes no nos preocupaba que China estornudara, ahora ya sí. Si no hay sustos, la bolsa será el activo de 2016.

Hablando de China, ¿qué futuro le augura a su economía?

Los próximos dos o tres años de la economía china van a ser muy complejos. El problema de fondo es que es muy dual, es una economía crecientemente ineficiente en lo que a sector público se refiere. El tipo de cambio les ha perjudicado mucho y han tenido una pérdida de competitividad devenida de su anclaje con el dólar. Dicho esto, también es una economía que va mutando poco a poco, pero un sector público que es enorme e ineficiente supone una dificultad a la hora de acometer restructuraciones. China tiene una ventaja, no depende de financiación exterior porque tiene superávit por cuenta corriente. Sin embargo, en paralelo tienes un sector privado con un dinamismo que no lo encuentras en otra parte del mundo. Son dos realidades y genera mucho nerviosismo para los mercados.

¿Qué compañías le gustan?

Nuestro objetivo fundacional es, en primer lugar, no perder dinero y luego ganarle algo a la inflación. Ahora que no hay inflación nos marcamos objetivos modestos, pero cuando estaba alta era un objetivo ambicioso. Cuando buscas tener algo de exposición a renta variable en la cartera, que es lo que a la larga te va a dar un rendimiento superior a la inflación, con la premisa de preservar patrimonio, lo lógico es tener una cartera lo más tranquila posible. Los sectores ligados al consumo con mucha generación de caja, el sector farmacéutico, etc. son los que han tendido a comportarse mejor en este proceso, y no encajan ni utilities ni bancos. Ese tipo de análisis ligado al ciclo es muy importante, no solo hay que saber seleccionar las buenas compañías sino que el ciclo económico acompañe su marcha operativa.

¿Sus principales posiciones?

Wells Fargo, Deutsche Telekom, Boeing, Coca Cola y SABMiller.

¿No hay ninguna española?

Solo tenemos en cartera algunas acciones de Telefónica. Nuestro universo de inversión es el mundo. Por un lado, las compañías españolas tienen la ventaja de que tienen más facilidad de análisis y seguimiento, pero tienen dos problemas fundamentales: uno es la capitalización y la liquidez, que hace que el universo de compañías invertibles se limite. De las 35 compañías del Ibex no más de la mitad son invertibles para nosotros. La segunda limitación deriva de que, al conocerlas más, te desmotiva más invertir en ellas. Además, la composición sectorial de la bolsa española tampoco es atractiva, hay un exceso de bancos y eléctricas, no son sectores donde nosotros tengamos una especial predisposición.

¿Fuera del Ibex se plantea algo?

Las compañías en las que invierto son muy grandes porque nuestras carteras son muy grandes, así que les exijo liquidez absoluta. No puedo invertir en una compañía que necesite dos semanas para deshacer una posición.

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