
De los 7,81 millones de partícipes que hay en el sistema individual español solo el 0,21 por ciento tiene en cartera al mejor producto de cada categoría de los últimos diez años.
No hay comida navideña que se precie sin que salga a relucir el gran reto demográfico de España: las pensiones o, mejor dicho, la sostenibilidad de las pensiones públicas. Pocos auguran ya una sostenibilidad del sistema tal como lo conocemos hoy en el que la pensión pública cubre el 70 por ciento del sueldo frente a una media del 42 por ciento de la OCDE, o en el que los productos privados de ahorro finalista (seguros y planes de pensiones) sólo supongan el 16,5 por ciento del total del ahorro financiero, frente al 38 por ciento que supone de media en Europa. Y más cuando entra en escena la variable demográfica, la misma que pronostica que en el año 2050 España se convertirá, tras Japón, en el país más envejecido del mundo.
Aplicado al factor pensiones esto quiere decir que en 2050 el 40 por ciento de la población superará los 60 años, según el Índice Global de Envejecimiento de la organización Help Age International, por lo que esos futuros pensionistas reciban lo mismo que están recibiendo los actuales se antoja complicado. Y más si tenemos en cuenta la alta tasa de paro que hay en nuestro país y la baja tasa de natalidad de las familias españolas (1,32 hijos por mujer frente a los 3 de 1975).
Complementar la pensión pública con el ahorro privado es el lema en el que ahora coinciden todos los agentes sociales aunque sean pocos los políticos que hayan incluido en sus programas electorales medidas para conseguirlo. Pero la realidad muestra que, incluso, aunque esté aumentando la conciencia del ahorro, aún son pocos los inversores que tienen en cartera un plan de pensiones privado. En concreto, según un estudio de ING Direct, sólo el 28 por ciento de los españoles lo tiene, algo en lo que según apunta Sila Piñeiro, responsable de inversiones alternativas y multiproducto de Credit Suisse Gestión, ?influye que la tasa de sustitución pública es del 74 por ciento, por lo que no es extraño que el número de partícipes en planes en 2015 sea casi el mismo que el de hace una decada?.
Analizada esa necesidad de ahorro privado, toca seleccionar el producto para cubrirla y ahí el plan de pensiones es el rey indiscutible. Y no porque sea el más rentable precisamente (la rentabilidad media de estos productos en la última década es del 2,1 por ciento frente al 2,42 por ciento de los fondos de inversión) sino porque es a día de hoy el único que cuenta con ventajas fiscales, ya que las aportaciones de hasta 8.000 cuentan con deducción, además de haberse mejorado la liquidez de los mismos.
Cómo identificar a los buenos
En el mercado español hay más de 1.300 planes de pensiones individuales. De ellos, cerca de 900 cuentan con al menos diez años de vida. La buena noticia es que el 57 por ciento del total ha conseguido en la última década una rentabilidad superior al IPC, pero la mala noticia es que superar a la inflación es algo que deberían haber conseguido todos. Diferenciar los buenos de los malos es realmente sencillo. Basta con mirar las rentabilidades que todos publican en sus folletos y analizarlas en función de sus comparables. Sin embargo, a juzgar por los datos que facilita Inverco, pocos partícipes consiguen hacerlo. Si no, no se explicaría que solo el 0,21 por ciento de todos los partícipes que hay en planes individuales (7,81 millones) consiga tener en cartera el mejor plan de su categoría de los últimos diez años.
La situación es, además, más preocupante en lo que respecta a los planes de pensiones de renta fija y mixtos de renta fija. Por ejemplo, de los 2,3 millones de partícipes con los que cuentan estos productos, solo 1.082 tienen en cartera el producto más rentable de renta fija a corto plazo o a largo. De ese millar, 834 tienen participaciones en DB Cupón Premium, el mejor plan de pensiones a largo plazo, gracias a la rentabilidad anualizada del 4,48 por ciento en la última década frente al 2 por ciento de su categoría. Este producto invierte la mayor parte de su patrimonio en cédulas hipotecarias, que han sido uno de los activos estrella de los últimos años, además de en deuda pública y privada españolas. Una estrategia que no solo le permite convertirse en el más rentable a diez años sino que además, consigue generar rentabilidades positivas en un año complicado para la renta fija a largo plazo como es éste.
Apenas 200 partícipes de los 1,3 millones que cuentan en cartera con un plan de pensiones de deuda a corto plazo son los que tienen participaciones en Barclays Pensión Empleados, un fondo que invierte su cartera en deuda con un plazo de 2 años como máximo y que ha conseguido una rentabilidad anualizada en la última década del 2,74 por ciento. Quizá en este éxito influya el hecho de que cobra una de las comisiones más bajas del mercado ya que solo soporta un gasto de gestión del 0,20 por ciento, algo muy asumible teniendo en cuenta que en un contexto como el actual en el que la rentabilidad esperada de la deuda a corto plazo es del 1 por ciento como mucho, una alta comisión puede comerse las escasas ganancias que se pueden obtener con estos activos. En la actualidad, su cartera está concentrada en deuda italiana y bonos americanos y con ellos consigue un rendimiento del 0,39 por ciento en 2015. Baja rentabilidad pero suficiente como para convertirlo en uno de los 19 planes de esta categoría que logra aguantar en positivo en un año complicado como ha sido este último.
Las estrellas del producto estrella
Pero si hay un producto que tiene más papeletas para convertirse en la estrella de cualquier escaparate de pensiones que se precie ese es el plan de pensiones mixto. Así lo pone de manifiesto una encuesta realizada por Inverco a las gestoras de estos productos ,que muestra que el 83 por ciento preveía hace un mes que serían los planes de pensiones los más demandados por los ahorradores en detrimento de los de renta variable y los garantizados. No erraron en sus previsiones, ya que el 33 por ciento de las aportaciones que se han realizado en los primeros nueves meses del año han ido a parar a productos mixtos, según Inverco.
Teniendo en cuenta la rentabilidad de los últimos diez años, el mejor de renta fija mixta ha sido Delegación PPI, gestionado por La Caixa. En los últimos diez años ha ofrecido una rentabilidad del 4,83 por ciento anualizada frente al 2,27 que han conseguido de media el resto de productos de su categoría. El problema es que de esas rentabilidades solo se han beneficiado 98 partícipes y, sobre todo, que este fondo ya no está disponible para nuevo ahorradores. Sí lo está sin embargo, el segundo más rentable de la categoría. Su nombre es Plan Loreto Óptima, que en los últimos diez años ha conseguido una rentabilidad anualizada del 4,54 por ciento. Este fondo está abierto a todo el público aunque el grueso de sus partícipes sean los empleados del sector de las aerolíneas por lo que quizá esto explique que apenas cuente con 287 inversores.
El panorama cambia a medida que los inversores van asumiendo riesgo en sus carteras ya que se dentro del universo de mixtos de renta variable y de renta variable puros, aumenta el número de partícipes que tiene al mejor plan de cada una de estas categorías en cartera.
Además, en ambas categorías se repite una gestora como ganadora: Bestinver. Así, en planes mixtos de renta variable el ganador indiscutible es Bestinver Ahorro. Este producto ha rentado en los últimos diez años un 7,03 por ciento, lo que supone triplicar la media de rentabilidad de su categoría. En la actualidad cuenta entre sus principales posiciones con deuda italiana y acciones de Wolters Kluwer e Informa.
Una cartera muy similar a la que presenta el plan de pensiones de bolsa más rentable de la última década: Bestinver Global, que consigue una rentabilidad del 8,22 por ciento anual. Cada uno de estos productos cuenta con 6.000 y casi 10.000 partícipes, lo que supone el 0,58 y 1,30 por ciento respectivamente de los inversores con los que cuenta cada una de estas categorías. Y eso a pesar de que nunca ha recurrido a ninguna campaña comercial para captar nuevos inversores.
Su éxito reside en la gestión activa que realizó el antiguo equipo gestor, comandado por Francisco García Paramés, de sus carteras de planes, que suelen ser réplicas casi exactas de sus fondos más exitosos. Una gestión boutique de pensiones que mantiene el nuevo equipo de Bestinver a la que se están apuntando cada vez más gestoras independientes ya que Gesconsult, Andbank o Metagestión se han estrenado este año en la industria de planes de pensiones con productos que siguen estrategias similares a sus fondos de más renombre.
?Queremos que la gente tenga con un plan de pensiones el mismo acceso a la información con la que cuenta un fondo ya que es un sector donde ha habido pocas alternativas de inversión interesantes así que cuantas más gestoras independientes se lancen a este sector, mejor?, afirma Borja L. Mancisidor, responsable de venta institucional de Gesconsult.
Pero también hay bancos que se están dando cuenta de la importancia de la gestión activa, incluso en el plan de pensiones. Uno de ellos es Ibercaja ya que ha lanzado una gama de planes de gestión activa que, según explican en la entidad ?están enfocados hacia clientes de una edad determinada y su cartera se gestionará de forma muy dinámica, modificando el peso o la distribución geográfica según las perspectivas de los mercados?.