
El nuevo panorama político en Cataluña apenas se dejó sentir este lunes en las bolsas europeas, más preocupadas por el escándalo que afecta al sector automovilístico alemán y la penalización de las materias primas en las mineras y acereras. De hecho, el Ibex 35 cayó un 1,32%, el menor retroceso entre las plazas del Viejo Continente.
Donde sí tuvo mayor impacto fue en el mercado de renta fija. Los inversores se decantaron por las compras de bonos en prácticamente todas las referencias europeas (excepto Grecia). El resurgir de las compras enfrió el interés exigido al bono español a diez años hasta el 1,92%, por debajo del 2,03% del viernes, marcando niveles no vistos desde el mes de julio. Con este movimiento, la prima de riesgo -que mide la diferencia entre la rentabilidad del bono español a diez años con la del bund alemán- se relajó cinco puntos, hasta los 134 puntos básicos, estrechando ligeramente la brecha con su homóloga italiana, que se sitúa en los 116 puntos básicos, con el interés del bono transalpino en el 1,74%. Una tendencia que también siguió el alemán, cuya rentabilidad se situó este lunes en el 0,58%, frente al 0,64% del día anterior.
"Los inversores no deben temer una inminente ruptura de España. Los mercados financieros tuvieron todo a su favor: el bono español de referencia aumentó ligeramente en valor ya que los inversores perciben que el resultado es una buena noticia en el corto plazo, mientras que las bolsas españolas apenas se movieron", justifica Léon Cornelissen, economista jefe de Robeco.
Compras del bono alemán
El bono catalán también fue foco de las compras, aunque de forma tímida. La rentabilidad del papel a cinco años catalán se relajó ligeramente desde el 3,28 hasta el 3,21%.
