
Los inversores en Wall Street no han pasado un inicio de julio tranquilo. Por eso han preferido limitar el peligro y hacer acopio de efectivo en lugar de derivar el dinero hacia los mercados, según recoge la encuesta de Bank of America Merrill Lynch.
La crisis de Grecia, el rally bajista de las bolsas chinas y la más que anticipada subida de los tipos de interés en EEUU han mantenido, entre los días 2 y 9 de julio, muy preocupados a los inversores. Los 191 gestores que fueron entrevistados por Bank of America Merrill Lynch durante el plazo citado, que gestionan en conjunto unos 510 millones de dólares, tenían estas cuestiones muy presentes y condicionaron sus decisiones.
En consecuencia, disminuyó su apetito por el riesgo y aumentaron los niveles de efectivo. Tanto, que la posición de liquidez en sus carteras ha repuntado hasta el 5,5%, su mayor nivel desde diciembre de 2008, poco después de la quiebra de Lehman Brothers y el colapso bancario estadounidense.
Aún así, los analistas de la entidad consideran que todo ese dinero en reserva es una señal importante de compra. "Cuando el nivel medio de efectivo se eleva por encima del 4,5%, se genera una señal de compra contraria para la renta variable, mientras que cuando cae por debajo de 3,5% se genera una señal de venta", apunta el jefe de estrategia de inversión del BofAML, Michael Hartnett, en declaraciones a Bloomberg.