Fráncfort (Alemania), 11 sep (EFECOM).- Los bancos centrales de los países del G-10, formado por las principales potencias mundiales, consideraron hoy que el crecimiento global de la economía deberá permanecer fuerte en 2007, aunque podría ralentizarse respecto a 2006.
Tras el encuentro bimestral del G-10 en Basilea (Suiza), el presidente del Banco Central Europeo (BCE) y portavoz del grupo, Jean-Claude Trichet, aseguró que los países que asistieron a la reunión coincidieron en que la economía global aún crecerá con fuerza en 2007.
No obstante, advirtió de que ha aumentado la incertidumbre sobre el futuro crecimiento mundial y destacó que es "fundamental" mantener ancladas las expectativas de inflación en todo el mundo.
"En resumen diría: crecimiento robusto en un universo de inseguridad creciente", aseveró Trichet, quien afirmó que el incremento de las incertidumbres deriva de los altos precios del petróleo y del peligro de que crezca el proteccionismo tras el fracaso de las negociaciones de la Ronda de Doha.
Además, el mandatario francés mencionó los desequilibrios globales y una posible nueva evaluación de los riesgos en los mercados financieros como escollos que también podría deber afrontar la coyuntura global.
Trichet dijo que los bancos centrales "no pueden estar satisfechos" con la evolución de la inflación y destacó la importancia de que estos organismos tengan credibilidad como "guardianes de la estabilidad de precios".
Los gobernadores de los bancos centrales del G-10 y de algunas economías emergentes se reúnen cada dos meses en la sede del Banco de Pagos Internacionales (BPI) en Basilea para analizar la situación de la economía mundial.
Los miembros del G-10 son en realidad once países: Alemania, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Japón, el Reino Unido, Suecia y Suiza. EFECOM
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