
En mayo de 2014 empezó el sueño del carry trade. ¿En qué consistió? Los inversores se financiaban en euros pagando un tipo de interés muy bajo (del 1,5% para el bono alemán), y compraban activos en dólares, que por esa época ofrecían una rentabilidad mucho mayor (el bono estadounidense alcanzaba el 2,7%).
Durante casi 10 meses, el precio de los bonos y del dólar no dejó de subir, lo que provocó casi un año de ganancias impecables. Los inversores en euros veían cómo su activo se apreciaba por una doble vía: la revalorización del precio y el tipo de cambio más favorable. Eran unos meses en los que los inversores acudían en oleadas a EEUU con la intención de engancharse a la fortaleza del dólar. Todos los activos tenían demanda y los precios de los bonos y la bolsa subían al mismo tiempo.
Sin embargo, llegó un día en el que el sueño fue tan maravilloso que acabó convirtiéndose en una pesadilla. Cuando todos los inversores estaban comprados y la Reserva Federal empezó a valorar la primera subida de tipos en 9 años, el escenario cambió. Todo lo que antes eran compras, se convirtió en ventas, y los inversores volvieron a Europa. La corrección empezó en marzo y las pérdidas se multiplicaron a partir de abril. Un inversor que no cubriera sus posiciones (ni de divisas, ni de tipos de interés) se habrá encontrado con unas pérdidas latentes en su cartera que pueden alcanzar ya el 9% en menos de dos meses.
La rentabilidad del bono estadounidense ha escalado desde el 1,86%, hasta el 2,22%, lo que deja unas pérdidas en la cartera de los inversores del 3,2%. Estas pérdidas se suman al las provocadas por la depreciación que ha sufrido el dólar en estas semanas, y que ha permitido al euro rebotar desde la zona de 1,05 dólares, hasta los 1,14 dólares, lo que supone un deterioro de en torno al 5,3%.
En total, estos inversores se encuentran con unas pérdidas que se aproximan al 9% y que les deja en una situación complicada para revertir la situación en la segunda mitad del año. Complicada porque a medida que se aproxime la primera subida de tipos de la Fed, el dólar puede volver a subir, pero lo normal es que el precio de los bonos vuelva a caer.
Sin embargo, el carry trade estadounidense puede perfilarse como una opción interesante a partir de ahora. El inversor europeo que compre un bono de EEUU y decida quedarse a vencimiento conseguiría el extra de rentabilidad que paga la deuda estadounidense y, a medida que se aproxime la subida de tipos de la Fed, también un retorno positivo por la vía de la divisa.