
El Banco de Japón mantuvo su estímulo monetario, absteniéndose de ofrecer una flexibilización adicional por el momento ante la previsión de que un aumento en los salarios y una mejora del consumo privado lleven la inflación hacia su meta de un 2%. Este inmovilismo provocó que el Nikkei sufriese la peor caída del año (-2,7%).
Como se esperaba, el Banco de Japón dejó sin cambios su promesa de incrementar la base monetaria, o dinero en efectivo y depósitos en el banco central, a un ritmo anual de 80 billones de yenes (672.000 millones de dólares) a través de compras de bonos soberanos y activos de riesgo.
El Banco de Japón publicará un reporte semestral con nuevas previsiones económicas y de precios a largo plazo que servirán como base para futuras decisiones de política monetaria.
Producción industrial
Por otro lado, la producción industrial de Japón cayó en marzo un 0,3% con respecto a febrero, según mostraron hoy los datos publicados por el Gobierno. Supone el segundo mes consecutivo de retroceso.
En relación al mismo mes de 2014, el descenso fue del 1,2%, según las cifras publicadas por el Ministerio de Economía, Comercio e Industria.
No obstante, el Gobierno estima que el sector manufacturero muestra "signos de mejora a un ritmo moderado".
Las industrias que colaboraron en mayor medida a este descenso del ritmo productivo en marzo fueron la de maquinaria eléctrica, la de productos derivados del carbón y el petróleo y la de metales procesados.
Según los datos del sondeo realizado por el ministerio, se prevé que la producción industrial aumente un 2,1% en abril y que se ralentice de nuevo un 0,3% en mayo.