Parece que el tiempo va a dejar sin su caloret a Valencia en una de sus fiestas grandes a pesar del entusiasmo de Rita Barberá, alcaldesa de la capital del Turia. Y es que, según apuntan las previsiones, la lluvia será la protagonista de esta festividad que culmina este viernes. No obstante, los más de 700 monumentos que participan este año se consumirán bajo las llamas durante la tradicional Nit de la Cremá.
A este respecto, otro año más elEconomista ha celebrado la Falla Bursátil, donde los lectores tienen la oportunidad de salvar a tres compañías de la quema.
Estos ninots se dividen en dos grupos: aquellos que tienen un claro consejo de venta y los que no tienen seguimiento por parte del consenso de mercado y los más de 600 encuestados lo han tenido claro: Banco Santander, con un 21,4% de los votos, es el valor indultado. Le siguen Bankia, con un 9,8% y BME, con un 9,5%.
Corregir debilidades
Su recomendación de venta le ha llevado a estar expuesto al fuego pero más de 100 personas han decidido que Banco Santander merece el perdón. El pasado enero la entidad anunció la mayor ampliación de capital de su historia, por 7.500 millones de euros y, además, comunicó que pagaría sólo un 25% del dividendo en scrip dividend (en títulos), haciéndolo más sostenible, ya que antes lo abonaba íntegro bajo esta fórmula (eso sí, lo ha reducido un 66%). De este modo, Santander intenta paliar una de sus grandes debilidades: una política de retribución dilutiva y perniciosa.
Pagará dividendo
Los últimos meses no han estado exentos de polémica para Bankia, la segunda salvada de la Falla Bursátil, por las irregularidades que envuelven su salida a bolsa en el año 2011. De hecho, la entidad aplazó la presentación de sus cuentas de 2014 a la espera de conocer el reparto de las indemnizaciones entre la filial y su matriz BFA. Finalmente, a principios de este mes reportó un beneficio de 747 millones de euros, un 83,3% superior al del año anterior y teniendo en cuenta una provisión extraordinaria de 312 millones para hacer frente al coste de las posibles demandas civiles. Asimismo, anunció que con cargo al ejercicio de 2014 pagará el primer dividendo de su historia, 0,175 euros por título, lo que a precios actuales se traduce en una rentabilidad del 1,3%.
Rentable y en efectivo
Si de políticas de retribución atractivas se trata, BME es uno de los valores destacados. Y es que la gran fortaleza del gestor de los mercados es su pago al accionista, íntegramente en metálico. De hecho, la mejora de sus cuentas en 2014 (ganó 165 millones, el mejor resultado desde 2008) tendrá sus consecuencias para la retribución, ya que el próximo mes de mayo el consejo de BME propondrá un aumento del dividendo del 38%, hasta los 0,89 euros. En el año, el grupo sube más de un 20%, aunque este alza lo deja sobrevalorado, según los expertos, ya que sitúan su precio objetivo en los 35,09 euros frente a los 38,795 euros actuales.