
La 'normalización' del beneficio en un entorno de crecimiento económico permiten a Red Eléctrica, Abertis, Enagás, Endesa y Telefónica dar visibilidad a su políticas más allá de 2015
Pocas compañías españolas se atrevían hasta hace poco a responder a una pregunta: ¿cómo será el dividendo del próximo año? Las políticas de retribución al accionista se habían convertido en un tema tabú para las empresas como consecuencia de la caída en los beneficios, de las exigencias de capital en el caso de la banca y de la necesidad de guardar un colchón ante la mayor probabilidad de imprevistos. Pero ahora que el entorno empieza a normalizarse, algunas cotizadas están destapando sus cartas, ofreciendo visibilidad en sus políticas incluso más allá de este año.
La incertidumbre comienza a despejarse. Prácticamente todas las empresas de la bolsa española han confirmado ya los pagos que abonarán a sus accionistas a cargo de los beneficios del año pasado. Y no solo eso, sino que empresas como Abertis, Enagás, Endesa, Ferrovial, Red Eléctrica, Banco Santander y Telefónica han adelantado, como mínimo, el dividendo que repartirán con los resultados de 2015. Algunas de estas compañías han ido un paso más allá, al mostrar sus cartas más a largo plazo.
A las empresas les conviene, porque es una forma de atraer al inversor. Javier Tomás, analista de Key Capital, comenta que "tiene sentido que ahora den esa visibilidad ante un entorno en el que el inversor puede obtener mayor rentabilidad con los dividendos que la que le darán los cupones en la renta fija". Una opinión que comparte Miguel Ángel Paz, director de gestión de Unicorp: "Todas las compañías que comuniquen dividendos fiables a futuro tendrán atractivo para quien busca rentas periódicas, ya que ahora las retribuciones son una alternativa a la renta fija, donde para encontrar algo más de un 2 por ciento hay que irse a plazos de 20 años".
Por lo pronto, el ranking de dividendos es mucho más claro que hace unos años. Con los pagos confirmados sobre el tapete, y las previsiones del consenso de mercado, Repsol, Telefónica, CaixaBank, Enagás y BME ofrecen las retribuciones más altas, con rentabilidades que van del 5 al 6 por ciento en los pagos que abonarán a cargo de 2015 -ver gráfico-. Aunque las tres primeras aún emplearán el pago en acciones (scrip dividend).
Qué esperar en los próximos años
Conocer a ciencia cierta lo que pagará una compañía dentro de cinco años, ¿una utopía? Ya no. El plan estratégico de Red Eléctrica es uno de los más ambiciosos en cuanto a duración, puesto que la empresa se ha comprometido a mantener un crecimiento del 7 por ciento en la retribución hasta 2019, desde los 3 euros que pagará con cargo a 2014. Ofrece así rentabilidades de entre el 4 y el 5,6 por ciento en este quinquenio.
Por su parte, Abertis y Enagás han despejado las dudas hasta 2017. La primera garantiza mejoras de dividendo del 5 por ciento cada año. Es decir, que se pueden obtener rendimientos entre el 4,2 y el 4,6 por ciento en estos años en los que pagará 0,69, 0,72 y 0,76 euros. Continuará, además, con su tradicional ampliación de capital liberada por valor de otro 5 por ciento y recomprará acciones propias por un máximo del 5 por ciento del capital, aunque no las amortizará.
En el plan estratégico de Enagás también se contemplan subidas del 5 por ciento anual, pero para ello habrá que esperar a 2016. Con los beneficios de 2015 el aumento es menor, al abonar 1,32 euros. Esto es suficiente para que la compañía conserve su puesto entre los dividendos más atractivos del Ibex en efectivo; ofrece un 5 por ciento este año y hasta un 5,5 por ciento con los pagos que abonará a cargo del beneficio de 2017.
Quien puede dar sorpresas positivas y colocarse en lo más alto del ránking es Endesa. La eléctrica estableció un plan en el que recogía mejoras de dividendo del 5 por ciento a lo que añade un importante matiz: está dispuesta a repartir el cien por cien de sus beneficios. Las previsiones del consenso de mercado apuntan a unas ganancias con las que podría abonar hasta 0,969 euros por acción en 2016. Esto elevaría la rentabilidad por dividendo a un 5,4 por ciento ese año.
La rentabilidad es importante, pero más aún la sostenibilidad. Y el mejor ejemplo es Santander. El banco ha reformulado su política rebajando el importe a cargo de 2015 de 0,6 a 0,2 euros, lo que le permitirá eliminar gradualmente los pagos en papelitos que le han obligado a elevar el capital un 43 por ciento desde 2009. "Como gestor, me gusta más que reduzca el dividendo, pero que ahora sea sostenible", opina Miguel Ángel Paz. La rentabilidad del 3 por ciento es un tercio de lo que ofrecía antes, pero los expertos valoran más que empiece a pagar en cash.
Es un camino semejante al que seguirá Telefónica. La operadora no rebajará el dividendo, pero de momento aplaza los aumentos, dejando congelado el pago en 0,75 euros, para concentrarse en retirar el scrip dividend, que desaparecerá en 2016. La rentabilidad del 5,4 por ciento será real. Mientras tanto, para compensar el efecto dilutivo que tiene esta fórmula sobre el beneficio por acción, Telefónica recomprará y amortizará autocartera por un 1,5 por ciento del capital este año y otro 1,5 por ciento el próximo.
Ferrovial también seguirá aplicando este remedio para las contraindicaciones del scrip. La constructora renueva su programa de recompra de acciones por un 2,46 por ciento del capital y ha adelantando que el primer pago a cuenta de 2015 será de 0,393 euros. También Dia desempolva las amortizaciones: eliminará un 6,2 por ciento del capital.
Hacia más pagos en efectivo
Por mucho que las empresas quieran posponer la eliminación del scrip, esta práctica tiende a desaparecer. Abengoa ya ha confirmado que con los beneficios de 2014 dejará de retribuir con acciones, ofreciendo un 3,7 por ciento real, y Gas Natural ha reiterado que seguirá pagando en efectivo tras emplear el scrip en la crisis. En su 4,2 por ciento de rentabilidad tampoco hay trampa ni cartón.
Aunque si hay un sector que manifiesta su postura de volver al dividendo en metálico ese es el bancario. Además de Santander, han hecho lo propio Banco Popular, BBVA y CaixaBank. La entidad presidida por Ángel Ron ha anunciado un dividendo en metálico de 0,02 euros como primer pago a cuenta de 2015 que combinará con scrip. Por su parte, CaixaBank quiere alternar las dos fórmulas y el último pago con cargo a 2014 será en efectivo. Se compromete también a mantener un pay out -el porcentaje del beneficio que se destina a retribuir- superior al 50 por ciento y a compesar a sus accionistas con un pago extraordinario o una recompra de acciones -o ambas- en 2017, una vez el capital principal (CET1) supere la ratio del 12 por ciento. A contracorriente, Sabadell introduce ahora el pago con acciones, al abonar con scrip 0,04 de los 0,05 euros de 2014.
Consciente de que esta práctica tiene los días contados, Gamesa, por ejemplo, retoma el dividendo tras haberlo cancelado y pagará en efectivo aunque en su día llegó a recurrir a esa fórmula. También Bankia, que abonará su primer dividendo con los beneficios de 2014, retribuirá en metálico.
Otras formas de dar visibilidad
Algo está cambiando en la comunicación de las políticas de retribución, porque ahora en el peor de los casos la mayoría de empresas se compromete a respetar un pay out mínimo. En un contexto de crecimiento en las ganancias, esto quiere decir que implícitamente descuentan mejoras en el dividendo.
Pero quedan más pasos. El siguiente es proporcionar claridad en cuanto a las fechas de pago. BME, por ejemplo, ya ha fijado el 8 de mayo, 11 de septiembre y 29 de diciembre como días para retribuir, explicando la importancia de la difusión con la suficiente antelación de las políticas para "la correcta formación de los precios" y "la adecuada valoración" de los derivados. En este sentido, Javier Tomás apunta a que "hay una volatilidad asociada a ciertos valores" solo por la forma de comunicar su dividendo, por no aclarar con antelación la fecha exacta.