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La guerra de la televisión llega a la bolsa

La forma en que se consume ha cambiado, un hecho del que ya se han dado cuenta las compañías del sector, que han visto una oportunidad y preparan su entrada en esta nueva estrategia de entretenimiento. Netflix, la primera que apostó por el cambio generacional, sufre ya a una oleada de competidoras entre las que se cuentan algunas de las empresas más grandes del planeta.

Durante décadas, los estadounidenses han sido prisioneros del limitado número de proveedores de televisión por cable que, a modo de monopolio, dominan por regiones el contenido que ofrecen a sus clientes. Sin embargo, la evolución de Internet así como el auge de dispositivos móviles como los smartphones y las tablets han acorralado el consumo convencional, en un momento en que Google, Apple y Amazon entablan ya una batalla campal por hacerse un hueco en las casas de millones de estadounidenses.

En un ecosistema hasta el momento dominado por Netflix, la compañía de streaming de vídeo, tanto los titanes del sector tecnológico patrio como los proveedores de cable convencional intentan sacar provecho del gigantesco cambio generacional que se avecina. "Ni proveedores de cable y banda ancha como Comcast, ni otros distribuidores de vídeo como Amazon, Apple o Google han jugado todavía su as bajo la manga en lo que se refiere a la televisión a la carta. Creemos que los inversores que consideran que Netflix será el líder dentro del sector en tres o cinco años son demasiado optimistas", explica en un informe, Carlos Kirjner, analista de Bernstein Research.

Los recientes avances en la tecnología de streaming de vídeo están estimulando las primeras conversaciones entre los proveedores de cable, propietarios de contenidos de televisión y fabricantes de dispositivos en busca de un nuevo modelo evolutivo de televisión que podría perjudicar a las vacas sagradas del sector. Prueba de ello está en Apple y Comcast, que según adelantaba el Wall Street Journal, mantienen conversaciones para que los suscriptores de Comcast puedan acceder por streaming a su contenido a través del Apple TV. Este tipo de acuerdos beneficiarían a ambas partes. La de Cupertino contaría con un infinito menú de canales y contenido en directo, mientras que la operadora de cable podría ampliar su base de clientes más allá de su base geográfica actual.

Si Apple fue una de las primeras compañías en ofrecer servicios a la carta de contenidos de televisión, gracias a su iTunes Store, la empresa fundada por Steve Jobs parece haber quedado rezagada frente a otros competidores. El Chromecast de Google o Fire TV, el dispositivo recién salido del horno de Amazon, cuentan con una suculenta base de usuarios, bien por YouTube, en el caso del buscador o bien por el servicio Prime en el caso de la minorista online, que les proporcionan un pilar fundamental para el streaming de contenidos. Según la consultora Qwilt, en estos momentos Netflix, YouTube y Amazon lideran el sector de visionado instantáneo de vídeo.

"Netflix continúa con su proceso de alterar significativamente la TV convencional, con un fuerte crecimiento en Estados Unidos y el resto del mundo", afirma Doug Anmuth, analista de JP Morgan. "Es cierto que la competencia en el video por streaming es mayor con Amazon y Hulu produciendo también contenido original, sin embargo, seguimos creyendo que los contenidos de Netflix cuentan con mayor calidad y tanto FireTV como Apple también ofrecen Netflix", añade. De hecho, Netflix acaba de alcanzar un acuerdo con Comcast a través del cual perfecciona su servicio de descarga, gracias a una mejora en el ancho de banda. No ha sido el único trato que ha cerrado durante los últimos días, ya que el pasado martes anunció un nuevo acuerdo con Verizon para garantizar un acceso más rápido a sus subscriptores y así mejorar la calidad de su sistema. Aún así, servicios como Amazon Prime Instant Video, HBO Go, y Hulu Plus ofrecen ya opciones muy atractivas como alternativa de Netflix, y éstas podrían incrementarse en un futuro cercano: el pasado jueves se hizo pública una oferta lanzada por la operadora de servicios de telecomunicación AT&T para la compra de DirecTV por 40.000 millones de dólares aproximadamente, lo que generó una subida del 4,1 por ciento en el precio de DirecTV cerrando así la sesión en 80,7 dólares, nuevos máximos históricos para la proveedora de servicios de entretenimiento, que, según fuentes del mercado, habría visto la oferta con buenos ojos.

Un sector en el que hay que estar

Tanto los proveedores de televisión por cable como las tecnológicas que han reconocido una oportunidad en la televisión interactiva presumen de acaparar la confianza de los expertos por recomendación. Aun así, han encontrado dificultades para subir en esta primera mitad de año. Con todo, lejos de espantar al inversor y teniendo en cuenta los fundamentales de los que hacen gala, estos descensos podrían haberlas colocado en una situación todavía más atractiva de cara a encontrar subidas en el futuro. El recorrido alcista que se estima para todas estas compañías, teniendo en cuenta el precio objetivo que les otorga el consenso de analistas recogido por FactSet es una clara prueba de ello, ya que alcanza el 23,5 por ciento.

La excepción se encuentra en Netflix por su recomendación. El primer explorador que se aventuró y apostó por esta nueva forma de consumo es la única compañía que en este momento no es una compra, si no que recibe el consejo de mantener sus títulos si se tienen en cartera. Sin embargo, el avance que se estima para sus beneficios en 2014 desde el año pasado es mucho mayor del que presenta el resto de compañías, un reflejo que muestra cómo los analistas están lejos de augurar un futuro oscuro para ella.

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