El índice español ofrece un 4,5% de interés por los recortes en los pagos y las subidas bursátiles, mientras que las retribuciones de países como Brasil, Noruega, Finlandia, Suecia o Bélgica ahora superan el 4%.
El destino por excelencia para encontrar atractivas rentabilidades por dividendo ha sido tradicionalmente la bolsa española. Durante más de una década se ha mantenido líder con una amplia ventaja sobre el resto, pero ahora que el interés de las retribuciones de las empresas del Ibex se ha reducido en torno al 4,5% hay países que prácticamente ofrecen las mismas rentabilidades. Otros cinco índices entre los principales del mundo superan el 4% este año. Por un lado, están viejas bolsas europeas con historias de altos dividendos como las escandinavas (Noruega, Suecia, Finlandia) o Bélgica. Y, por otro lado, las de países emergentes como el caso de Brasil.
Las cotizadas, en general, vivieron los mejores años de dividendos en 2008. Fue entonces cuando las empresas alcanzaron niveles récord de beneficios que podían compartir cómodamente con sus accionistas a través de sus políticas de retribución. El Ibex 35 ofreció rendimientos de alrededor del 7% ese año. También alcanzó estas cifras tres años después, en 2011, aunque en ambos casos ayudaron las caídas en bolsa -a menor precio, más rentabilidad por dividendo-.
En cambio, en estos últimos años, las empresas se han visto obligadas a modificar su estrategia con recortes y cancelaciones de pagos, para lidiar con la caída de ganancias y altos endeudamientos, e incluso han recurrido a ampliaciones de capital (scrip dividend) que recortan el beneficio por acción. Es cierto que este año, en el que se prevé una importante recuperación en los beneficios empresariales, hay compañías españolas que retoman los dividendos suprimidos y otras que se atreven a incrementarlos. Lo que ocurre es que la rentabilidad por dividendo depende de la retribución y esta a su vez de las ganancias (que aún están lejos de los máximos), pero también de los precios (el Ibex ha subido un 69% desde el mínimo de 2012).
Las empresas del índice español podrían repartir algo menos de 24.000 millones de euros con los resultados de este año, según las previsiones de FactSet, y durante la crisis hubo años en los que abonaron más de 33.000 millones. Con todo, la rentabilidad por dividendo del Ibex se mantiene muy en línea con la de los últimos 20 años, cuando ha ofrecido un 4,5% de media. Eso sí, hay que diferenciar la rentabilidad actual de la de los años en los que todas las españolas remuneraban con pagos en efectivo, pues ahora el scrip dividend, que diluyen a los accionistas, suponen más del 40% de los dividendos pagados.
La competencia
Las compañías del Ibex (IBEX.MC) han tenido siempre mucho interés para los inversores que buscan rentas periódicas y para los gestores de fondos de dividendos. Pero estos mismos gestores se decantan siempre por empresas y mercados que sean capaces de ofrecer crecimientos continuos y certeros en los pagos. Bajo este perfil, algunas compañías brasileñas encajan en la búsqueda.
El principal índice del país, el Bovespa (IBOVESPA.BR), ofrece un 4,3% de rentabilidad y las estimaciones apuntan a rendimientos del 4,9% en 2015. Hay que tener en cuenta que Brasil tiene una legislación especial por la que obliga a las compañías que quieran cotizar en la bolsa brasileña a distribuir entre sus accionistas al menos el 25% de sus beneficios.
Muchas empresas ya están destinando porcentajes mayores. De hecho, los valores del índice dedicarán, de media, en torno a un 45% de sus ganancias de este año según las previsiones del consenso de mercado.
Una situación distinta es la de los países escandinavos. Noruega, Finlandia y Suecia han pagado tradicionalmente atractivos dividendos y ahora las rentabilidades se acercan mucho a la del Ibex. En todos los casos superan ya el 4% con el índice noruego a la cabeza con un 4,3%. No obstante, tanto este como el finlandés Hex 25 tienen menor tamaño que el Ibex, al no alcanzar los 100.000 millones de euros de capitalización. El que sí recoge a empresas por valor de casi 400.000 millones es el sueco OMX Helsinki 25.
Además de las escandinavas, la bolsa belga es otra de las que compite más de cerca con la española en rentabilidad por dividendo. El Bel 20, el principal índice del país, ofrece un 4,1%. No hay que perder de vista tampoco a las empresas de Reino Unido. Aunque las retribuciones del Ftse 100 (FT100.LO) aún no llegan al 4%, se espera que con los pagos con cargo a los resultados de este año roce esta cifra, al situarse en el 3,9%.
Entre los grandes índices de la zona euro, es el francés Cac 40 quien mantiene la delantera, con un 3,6%, pese a que algunas empresas francesas también tuvieron que recortar el dividendo.
Defender su posición
Las compañías españolas que utilizan la fórmula del scrip dividend, bancos en su mayoría, saben bien que debe ser una práctica temporal y retomar los pagos en metálico, al igual que poco a poco están regresando dividendos cancelados como el de Telefónica, Popular o Grifols. Las altas retribuciones "son una seña de identidad suficientemente fuerte como para tratar de no perderla. Esta marca de rentabilidad por dividendo puede incluso mejorar a medio plazo", opina Manuel Campos, de Serfiex.
Así, algunos expertos confían en que las cotizadas del Ibex intentarán mantener esta insignia que atrae a tantos inversores en un entorno en el que otros mercados ganan atractivo. "Yo creo que sí van a poder ser defendidos [los dividendos]. De hecho, en los resultados que hemos visto hasta la fecha ha habido entidades que incluso han elevado los pagos", señala Pedro Sastre, desde Banca March.