
El Gobierno da un paso al frente para incentivar el ahorro privado de cara a la jubilación. El ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció que el Ejecutivo impulsará en las próximas semanas una reducción de las comisiones que las gestoras o entidades financieras aplican a los planes de pensiones privados, y que será de una media del 30% en el caso de las máximas.
De ella podrán beneficiarse los 4,6 millones de españoles partícipes de fondos de pensiones, de acuerdo con los datos que facilitó el propio De Guindos durante su intervención en un almuerzo organizado por ABC, Mutua Madrileña y Deloitte.
En Economía no han decidido aún cómo se implementará legalmente esta medida, que podría incluirse en la Ley Financiera que De Guindos aprobará a finales de año, si bien el Ministerio también podría regular.
Lo cierto es que Economía ya venía estudiando cómo poner en marcha una iniciativa de este tipo, a través de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP). El motivo es que, con la entrada en vigor del llamado factor de sostenibilidad, que incorpora el anteproyecto de Ley de reforma del Sistema, las pensiones públicas empezarán a perder poder adquisitivo a partir del año que viene, por lo que el Gobierno compensaría ahora al ahorrador haciendo algo más atractivos los planes privados.
Uno de los aspectos más relevantes a la hora de contratar un plan de pensiones es el de las comisiones, además del buen hacer del propio gestor. Más si tenemos en cuenta que el coste medio de invertir 60.000 euros a una década puede variar en más de 12.000 euros entre el plan de pensiones más caro y el más barato en la categoría de renta variable, que son los que más han conseguido batir la inflación en los últimos diez años. De ahí la importancia de elegir bien para poder disfrutar de un una jubilación dorada.
Por ejemplo, si alguien decidiera invertir esta cantidad en un plan de pensiones de renta variable a una década, al tener una rentabilidad del 3,65% (es el rendimiento medio a diez años de este producto, según los datos que proporciona Inverco), podría pagar un total de comisiones que va desde 2.209 euros, en el caso del que tiene la comisión de gestión más baja (0,30%), hasta 14.898 euros, en el caso del que tiene la comisión más alta (2%). La diferencia es de 12.689 euros, esto es, un 95% de rentabilidad.
El capital que se va comiendo la comisión aumenta cada año, pues se calcula sobre el total de la inversión, que cada vez es mayor gracias a la rentabilidad que va obteniendo el inversor. Es más, la diferencia entre invertir en un plan de pensiones caro o barato a una década supone, de media, un 91% de rentabilidad para el inversor.
La clave está en comparar. En los de renta fija, garantizados y monetarios se concentran el menor número de fondos careros, ya que sólo el 2,5, el 9 y el 11%, respectivamente, tienen la comisión máxima. Como comparación, en la categoría de planes de pensiones mixtos y de renta variable, un 35 y un 60%, respectivamente, tienen la comisión del 2%.
Reforma de los DTA's
Al margen del anuncio relativo a los planes de pensiones, el titular de Economía avanzó que la nueva norma sobre los activos fiscales diferidos (conocidos como DTA's por sus siglas en inglés) se aprobará este viernes en Consejo de Ministros, junto a la transposición de una directiva europea sobre solvencia, y remarcó además que servirá para reforzar el capital de la banca con entre 25.000 y 30.000 millones de euros, horquilla que está dentro de lo previsto.
Esto será así gracias a que el Gobierno permitirá que estos activos pasen a contabilizarse como capital principal. De Guindos explicó que los DTA's son "gastos con impacto en las cuentas de los bancos, pero sin deducir en el pago de impuestos, y que generan un derecho a futuro contra la Hacienda Pública". Las entidades españolas acumulan un total de 50.000 millones en activos fiscales diferidos.
Además de Sacyr y Repsol, el sector de la banca fue uno de los que más subidas protagonizó de todo el Ibex 35. CaixaBank subió un 2,19%, Bankinter, un 2,15%, y Popular, un 1,53%.
El ministro descartó, en todo caso, que esta medida pueda considerarse un regalo fiscal a la banca, y negó, además, que vaya a tener impacto en el déficit o la deuda públicos. Al mismo tiempo, De Guindos cifró en 250.000 millones de euros el saneamiento total al sistema financiero entre capitalización, provisiones y traspasos a la Sareb o banco malo. Nuestras entidades financieras, recalcó, están "bien preparadas" para los test de estrés que prepara el Banco Central Europeo (BCE).
Sobre la situación de la banca nacionalizada, el ministro de Economía aseguró, en concreto, que Bankia ofrecerá en breve noticias buenas en términos de rentabilidad y que será un activo con mucho valor cuando haya culminado su proceso de saneamiento. De Guindos que incidió en que ya hay quienes están interesados en hacerse con una parte de su capital, evitó pronunciarse no obstante sobre si el Gobierno iniciará su privatización ya en 2014, y únicamente apostó por elegir los tiempos más adecuados para acometer la venta de esos activos y por analizar de entre las existentes las mejores alternativas. Todo, a la vez que elogió la gestión del equipo que encabeza José Ignacio Goirigolzarri en la entidad nacionalizada.