
El índice de referencia de la bolsa española ha recuperado terreno tras haber marcado mínimos del día en 12.638,40 puntos antes de la apertura de Wall Street. Y es que las bolsas de EEUU no abrieron tan mal como indicaban los futuros y además han ido mejorando con el paso de los minutos. Eso sí, el impacto en el sector bancario está siendo fuerte.
"El sistema financiero es el más castigado y ni siquiera la bajada del tipo de descuento de la Fed ha contrarrestado la debilidad de las bolsas", dijo Jesús Fernández, jefe de operadores de Banco Finantia Sofinloc a Reuters. El caso de Bear Stearns, que se pasó la semana pasada desmintiendo rumores sobre su liquidez, para finalmente reconocerlos el viernes y terminar siendo comprado por JP Morgan el domingo a un precio de empresa en bancarrota. Además, la nueva actuación e la Fed y los temores a la economía de Estados Unidos están debilitando mucho al dólar, que sigue marcando mínimos frente al resto de divisas. Y la consecuencia de la debilidad del dólar es un encarecimiento del petróleo, que hoy sube y se sitúa por encima de 111 dólares y del oro, que ya se estabiliza por encima de los 1.000 dólares la onza.
"Entendemos que la caída de este banco de negocios (Bear) es la puntilla para unos mercados que llevan meses sin confianza. La explosión de la burbuja inmobiliaria en EEUU dio paso a la crisis de las hipotecas de alto riesgo o subprime que se extendió a través de las titulaciones de este tipo de créditos a bancos, fondos de inversión y aseguradoras de bonos, dando a su vez lugar a una fuerte crisis de contracción del crédito. Podemos calificar la caída de Bear Stearns, sin duda, como el efecto directo más impactante de toda esta crisis. La pregunta que se hacen ahora los inversores es si hay más bancos en la misma situación que el estadounidense”, comentaban en Link Securities esta mañana.
Bear Stearns, además, ha sembrado la duda sobre lo que pueden publicar sus rivales Goldman Sachs y Lehman Brothers (martes) y Morgan Stanley (miércoles). Este aluvión de resultados de la banca de inversión -después de que la semana pasada S&P anunciara el próximo fin de la crisis- puede ser decisivo para las esperanzas que quedan de un suelo, o para que se retome la tendencia bajista.
A la luz de este desastre, la reunión que la Fed celebrará este martes cobra una importancia inusitada. Después de la inyección anunciada el martes pasado, las expectativas de bajada de tipos se habían reducido a 0,50 o incluso 0,25 puntos; en realidad, mucha gente interpretaba la inyección como una forma de evitar seguir bajando tipos y generar más inflación. Pero ahora no le va a quedar más remedio a Bernanke que pasar por el aro: los futuros descuentan un 100% de probabilidades de una bajada de 0,75 puntos.